Capítulo 13: El emblema de la bestia También conocido como el emblema de Maurice. Según la leyenda, pertenecía a Maurice, uno de los once líderes de clanes que siguieron a Némesis hace más de mil años. Maurice era un guerrero intrépido que consiguió vencer a un lobo gigante con solo una espada cuando era joven. En su clan lo consideraban un héroe, y pronto derrotó a su padre para asumir el liderazgo del grupo...
No sabemos con exactitud cuándo recibió Maurice el emblema. Una teoría afirma que fue justo después de su juramento de lealtad a Némesis, que lo había derrotado en combate singular. O quizá la reliquia de los héroes Blutgang, que recibió de Némesis, respondiera a su petición subconsciente de ayuda cuando se enfrentó cara a cara a una presencia maligna. Sea como sea, con la espada en la mano...
Para el ejército imperial, Maurice y Blutgang se convirtieron en una bestia de la calamidad. Su espada se creó para arrebatar vidas. Los enemigos en monturas y quienes atacaban por el aire se convirtieron en objetivos especialmente buenos. Maurice arrasó en el campo de batalla, mató a numerosos generales enemigos y, finalmente, a un guerrero sagrado. Cubierto de sangre, se decía que lo temían tanto rivales como aliados...
Tras la batalla en los campos de Gronder, el frente se trasladó hacia el norte y Maurice empezó a desquiciarse cada vez más. Se desconoce el motivo. Un día, después de destrozar un campamento enemigo, desapareció. Al norte se extendía un inmenso y neblinoso bosque conocido como el Bosque encantado de Mircea. Ningún soldado al que hubieran enviado a explorarlo habría regresado jamás...
El emblema de la bestia fue heredado por los asalvajados que sucedieron a Maurice y a sus hijos. Vivían a la sombra de varios clanes y familias, especialmente de nobles resentidos con el Imperio. Cuando se descubría que alguien poseía este emblema odioso, la persona enfermaba de repente o fallecía en un trágico accidente. Inevitablemente, el emblema se convirtió en una maldición de la que nadie hablaba...