- Es genial que estés aquí, Marianne.
Seguro que esto se te da muy bien.
- Mmm... Voy a intentarlo.
- Si nos acompañas, Marianne,
¡quizá me esfuerce un poco para variar!
- Haré lo que pueda. Espero no ser un incordio.
- Uf, qué cansancio. No sé por qué,
[cdb]pero cuando estás conmigo me dan ganas de trabajar.
- Me alegra haberte ayudado.
- Perdona, no estoy acostumbrada a comer con gente.
No debo de ser muy divertida...
- ¡Qué va! ¡Eres como un soplo de aire fresco!
Tú no te preocupes y come.
- Siempre me apetece comer contigo, Marianne.
Es un momento muy relajante.
- Qué bien que te sientas así.
- ¡Tú puedes, Marianne! ¡Confío en ti!
- Mmm... ¿Tú no vas a entrenar, Hilda?