- ¡Noticias aciagas, mi señor!
- ¿Eh? ¿Y ahora qué? ¿Qué ha sucedido?
- ¿Otro incendio? ¿Se ha escapado un caballo?
- ¡No me digas que es un asesino!
¿Dónde está el cadáver?
- Eh, no, mi señor. Peor aún.
- Una legión de soldados se aproxima a Garreg
Mach. Creemos que son los Caballeros de Seiros.
- ¡Argh! P-pero... aquí estamos a salvo, ¿cierto?
Mi vida tiene gran importancia militar, ya sabes.
- ¡Protégeme! ¡Envía las tropas
[cdb]que nos prestó su majestad!
- ¡Conde de Varley, el enemigo ha entrado
[cdb]en el monasterio! ¡No podemos contenerlos!
- ¡P-pero si los muros son sólidos!
¡¿Cómo los han cruzado?!
- Los muros están en pie, mi señor, pero parece
[cdb]que han usado varios pasadizos secretos desconocidos.
- ¡Ahora han desatado el caos dentro, es solo
[cdb]cuestión de tiempo que el monasterio caiga!
- Contamos con efectivos suficientes para detenerlos,
[cdb]pero es inútil si no sabemos dónde están.
- ¡Debemos huir, mi señor!
¡No hay esperanza!
- ¡Noticias urgentes, mi señor!
- ¡D-déjame vivir, te lo suplico!
- ¡Ha aparecido un ejército desconocido
[cdb]y han atacado a los Caballeros de Seiros!
- ¡Los refuerzos de su majestad!
- Lo dudo, mi señor. Este ejército se sirve de magia
[cdb]muy potente y también ataca a las tropas imperiales.
- ¡El campo de batalla es un caos total!
¡Es imposible distinguir enemigos de aliados!
- ¡¿Pero qué diablos está ocurriendo?!