- Parece que hemos salido de una pieza.
- Parece que hemos salido de una pieza.
- ¿Tú crees? Sigo sin tener ni idea
[cdb]de lo que sucede.
- Arval... o Epimenides, supongo, se ha esfumado,
[cdb]y nosotros hemos vuelto adonde empezamos.
- Quizá deberíamos considerar esto una victoria.
Una bastante irónica, ya que la hemos conseguido
[cdb]trabajando juntos.
- Me parece justo. ¿Y qué sucederá ahora?
- No puedo hablar por Edelgard, pero a mí
[cdb]no me apetece precisamente enfrentarme a ti.
- Sea lo que sea que nos espera, ¿qué os parece
[cdb]si pactamos una tregua por ahora?
- No podría haber vuelto aquí de no ser por tu ayuda
[cdb]y la de Claude.
- Puede que dejar que te vayas no sea la mejor
[cdb]de las tácticas, pero, llegados a este punto,
[cdb]no veo otra opción posible.
- Estoy de acuerdo.
Consideremos las deudas saldadas, pues.
- Pero, para dejarlo claro, te derroté una vez
[cdb]y puedo volver a hacerlo.
- Debo admitir que nunca lo vi venir.
- Debo admitir que nunca lo vi venir.
- Lo cierto es que yo tampoco puedo decir
[cdb]que me esperara nada de esto.
- Aun así, gracias a esto hemos podido hablar,
¡y eso tiene que servir de algo!
- Bueno, debería irme. Espero que podamos repetir
[cdb]esto alguna vez... la parte de hablar, quiero decir.
- En ese caso, yo también marcharé. Estoy segura
[cdb]de que todos deben estar bastante preocupados
[cdb]por mí a estas alturas.
- Os veré a ambos si sobrevivimos a esta guerra.
- Bueno, [MFH:amigo mío_amiga mía], ¿todo listo para salir de aquí?
- Aún hay un enemigo más con el que debemos lidiar
[cdb]antes de que todo esto termine. La Arzobispa Rhea
[cdb]nos espera.