- Hola, Claude. Por lo visto, has tenido
[cdb]otra vez reunión. ¿Ya habéis terminado?
- Por hoy, sí.
Pero mañana toca continuar.
- Pues sí que tenéis que hablar.
¿Qué es tan importante como para debatir tanto?
- Primero, hay que decidir qué rumbo toma
[cdb]la Alianza. Y luego están los detallitos pesados.
- Hay que repartir responsabilidades de forma justa,
[cdb]pero cada territorio cuenta con recursos y
[cdb]circunstancias diferentes, ¿sabes?
- Decidir qué es lo más justo no es fácil
[cdb]porque no hay una sola respuesta válida.
- Pero tú estás al mando. ¿No puedes decidir
[cdb]lo que quieras y a otra cosa?
- Me temo que no. Aunque sea el líder,
[cdb]solo soy uno de los Cinco Grandes.
- Puede que se me ocurran las ideas,
[cdb]pero no tengo autoridad para ponerlas en práctica.
- Además, la mayoría de los nobles son expertos
[cdb]en mirar por su propio territorio en vez de pensar
[cdb]en lo que beneficiaría a toda la Alianza.
- Cuando las prioridades chocan, los debates
[cdb]entran en un círculo sin fin. A veces, pienso
[cdb]que nunca nos pondremos de acuerdo en nada.
- ¿Y de verdad crees que vas a ganar la guerra así?
Siempre estarás a la defensiva si no actúas
[cdb]con decisión.
- Ya lo sé. El proceso funciona mucho mejor
[cdb]en tiempos de paz, pero estamos en guerra...
Es frustrante, cuando menos.
- Lo malo es que resulta casi imposible saber
[cdb]cómo resolver esta situación. No tengo
[cdb]ni la menor idea de cómo vamos a solucionarlo.
- A ver... ¿Tú qué opinas?
¿Qué harías si estuvieras en mi lugar?
- ¿Yo? Pues supongo que...
- La liaría parda.
- Me acercaría a ellos por la retaguardia...
- y cuando menos se lo esperasen, ¡zasca!
Así se hacen las cosas.
- A ver, a ver. ¿Puedes explicarte mejor?
- ¡Tienes que darles un buen zurriagazo!
Es lo mejor.
- Zurria... ¿qué? ¿Y eso qué es lo que es?
- Quiero decir que me parece
[cdb]que tanto diálogo sobra.
- ¿Entonces propones que deje de lado
[cdb]al consejo de la Alianza?
- Eso es. Si tuvieras más autoridad,
[cdb]las decisiones se tomarían antes.
- No tiene que ser siempre así. Podríais volver
[cdb]a lo de antes cuando se tranquilice la situación.
- Aunque me imagino que a los demás nobles
[cdb]no les sentaría nada bien, ¿verdad?
- Pues no es mala idea, la verdad. No te voy a negar
[cdb]que se me haya pasado por la cabeza.
- Si los integrantes de la Mesa Redonda siguen mirando
[cdb]por los intereses de sus propios territorios, la Alianza
[cdb]lo pasará mal si la invaden.
- Ojalá lo entendieran.
- Vaya, ¿de verdad te lo planteas, Claude?
- Sin duda. Por desgracia, la posibilidad de que llegue
[cdb]a suceder ahora mismo es prácticamente nula.
- Pero me has animado a reflexionar.
Tenemos que repetir más adelante.
- Cuando quieras.