Los cinco mandamientos eternos - No pondrás en duda la existencia ni el poder de Nuestra Señora. - No tomarás el nombre de la Diosa en vano.
- Honrarás a tu padre y a tu madre, así como a quienes sirven a Nuestra Señora. - No abusarás del poder que te ha otorgado la Diosa. - No matarás, herirás, mentirás o robarás al prójimo, salvo en nombre de la Diosa y en acuerdo con su voluntad.
Nuestra Señora ama todo lo que es bello. Jamás censura el amor, el afecto, la felicidad, la paz, la fe, la bondad, la moderación, la modestia y la paciencia. Su ejemplo es la senda de la virtud.
Largo tiempo padeció el pueblo el caos y el desorden. El pérfido Némesis, que se coronó con el título de Rey Libertador, se deleitaba con la guerra y el derramamiento de sangre. Sin embargo, las familias nobles de Fódlan nunca se unieron contra el tirano; se limitaron a guerrear entre ellas para arrebatarse riquezas.