Tenemos al enemigo casi en la puerta y sigues
[cdb]sacando tiempo para preguntarme cómo estoy.
Claro. Siempre tengo tiempo
[cdb]para preocuparme por ti.
Ja, ja. Qué gracioso.
¿Y has venido solo para eso?
No exactamente. No has descubierto nada nuevo
[cdb]después de hablar con Solon, ¿verdad?
No exactamente. Supongo que estarás
[cdb]un poco decepcionada después de haber
[cdb]estado tan cerca de saber quién eres.
Sí, nunca pasamos página después de enfrentarnos
[cdb]a las Serpientes de las Tinieblas, pero ahora tenemos
[cdb]que concentrarnos en la Iglesia Central.
Me imaginaba que a ti también te costaría
[cdb]seguir con tu vida.
La verdad es que sí...
En realidad, estoy bien.
Te diré la verdad: no consigo pensar en otra cosa.
¿Quién soy en realidad?
Es como si tuviera la respuesta frente a mis narices
[cdb]pero no consiguiera verla.
Ahora mismo estoy intentando no pensar demasiado
[cdb]en mi verdadera identidad.
Preocuparme por ello no me va a servir para nada.
Tendré que esperar a que llegue alguna otra pista.
Lo siento. Ojalá pudiera ayudarte de otra forma.
No te disculpes. Ahora mismo, la prioridad
[cdb]está clara, incluso para mí.
Tenemos que acabar con la Iglesia lo antes posible
[cdb]para que termine la guerra.
Es verdad. Si Fódlan sigue inmersa en el caos,
[cdb]es probable que vuelvan a intentar alguna artimaña.
Necesitamos que esta guerra termine
[cdb]para dejar de ser tan vulnerables.
Y eso significa que tendrás más trabajo. Yo estoy bien.
Ve y sigue con tus regias tareas.
Vale, vale. Pero te diré algo más antes de irme.
Aunque esta guerra termine, nuestra lucha
[cdb]contra las Serpientes de las Tinieblas no acabará.
Mientras continúen conspirando,
[cdb]seguiremos yendo a por ellos.
Necesito que me ayudes con eso a partir de ahora.
¿De acuerdo?
Claro. Cuenta conmigo.
Y si al final descubrimos quién eres en realidad...
Para mí seguirás siendo la misma persona.
Eso no te va a cambiar. Recuérdalo.
Gracias, Claude. Lo mismo digo.
Me da igual que seas el líder de la Alianza de Leicester,
[cdb]el rey o quien mande en Almyra...
Oye, ¡para el carro! ¡No adelantes acontecimientos!