- «El duque ha acabado con la mayoría de las tropas
[cdb]que invadieron las tierras de los Fraldarius».
- «Tal y como están las cosas, es inevitable
[cdb]que se produzca un enfrentamiento en territorio real
[cdb]y, finalmente, en la capital».
- «Mi señor, sois mi único pariente consanguíneo.
Espero que logremos alcanzar una resolución
[cdb]pacífica a este conflicto».
- ¡Ja! Qué embuste. Habla de conciliación,
[cdb]pero reconozco una amenaza cuando la leo.
- ¿No deberíais tratar mejor una carta
[cdb]de vuestro querido sobrino, mi señor?
- No espera que le responda.
Esa bestia desea asesinarme.
- El temor que le tenéis al príncipe Dimitri
[cdb]es más profundo de lo que creía.
- Deberíais haber aprovechado la oportunidad
[cdb]que tuvisteis hace cuatro años en Duscur.
O hace dos años, cuando se sofocó la rebelión.
- Podríais haberlo matado en dos ocasiones.
- He aprendido la lección: el cachorro de un león
[cdb]sigue siendo un león, y no se puede matar a un león
[cdb]con un plan chapucero.
- Son esos ojos monstruosos que tiene, Cornelia.
Me aterran.
- El chico es una fiera salvaje, pero finge estar afligido
[cdb]porque no podemos llegar a un acuerdo.
- Esa aberración me pone los pelos de punta.
- ¡Ja! Lo comprendo perfectamente.
- Desde que maté a mi hermano, sueño todas las noches
[cdb]con que un león me arranca el gaznate.
- Si os pasáis toda la vida temiendo la venganza,
[cdb]moriréis de agotamiento.
- Estáis predestinado a gobernar Faerghus
[cdb]y tenéis el poder para conseguirlo.
- Vuestro ejército real es el mejor del país.
Y, si me lo permitís, también me tenéis a mí.
- Olvidaos de vuestras preocupaciones, mi rey.
Dormid sin temor.
- Estoy cansado de tener miedo, estoy cansado
[cdb]de la persona en la que me he convertido...
Estoy harto de todo.
- Ya veo. ¿Y cuánto falta para que Thales dé la orden?
- Solo sé que hay problemas en la capital imperial.
- ¡Maldición! No esperaré mil años
[cdb]a que ese viejo decrépito se decida a actuar.
- Reúne a los señores del oeste y a sus tropas, deprisa.
Haz que se preparen para interceptar a ese mocoso.
- Como ordenes, Cleobulus.