- La niebla es bastante más densa de lo que pensaba,
Hubert. Y, si no me equivoco...
- Sí, tenéis razón. Seguro que es cosa de magia oscura.
- Ya sabemos que las Serpientes de las Tinieblas
[cdb]han frecuentado la Casa Rowe.
- Dudo que haya alguno aquí, pero podría tratarse
[cdb]de un mago al que hayan instruido.
- Entonces será mejor que aprovechemos al máximo
[cdb]nuestros propios recursos.
- ¿Por qué susurráis todos?
¿Acaso el enemigo nos espera?
- Es bastante probable que sí. Puede que nos tengan
[cdb]controlados sin darnos ni cuenta.
- Así que es mejor mantener la cautela.
Has sido muy prudente al mencionarlo, Ferdinand.
- ¡Gracias! Perdón... gracias.
- (...)
- ¿Por qué estás tan callado, Caspar? Normalmente,
[cdb]irías el primero y formando mucho alboroto.
- ¿Qué? ¿Piensas que soy el típico que se asusta
[cdb]y se queda rezagado? Perdona, pero yo
[cdb]no tengo miedo de nada.
- (...)
- Mmm.
- Qué raro verte callada, Petra.
¿Has dormido poco o qué?
- Yo estoy escuchando lo que nos rodea.
Nada más peligroso que la niebla.
Un paso falso puede traer muerte.
- ¡Uf!
- ¿Podemos intentar relajarnos todos? Estoy segura
[cdb]de que estamos solos, así que vamos a tranquilizarnos
[cdb]para no perder los nervios.
- A veces, hacéis que me sienta como si estuviéramos
[cdb]otra vez en la Academia.
- A veces, hacéis que me sienta como si estuviéramos
[cdb]otra vez en la Academia.
- ¿Se supone que eso era un cumplido?
- Genial. Esperaba terminar antes de que llegaran
[cdb]los refuerzos, pero no queda otra.
- Yo me centraré en encontrar a lord Lonato.
¿Puedo dejarte las tropas imperiales a ti?
- Sé cómo proceder, así que déjame hacerlo.
- Tened cuidado con la niebla y no ataquéis
[cdb]al bando equivocado.
- Lo mismo digo... a ver si estás a la altura
[cdb]de tu reputación.