- Arg...
- Hay que darse prisa, mi señor.
Los demás ya se han retirado.
- Lo sé... lo sé.
- Perdóname, Ingrid. Me duele en el alma
[cdb]dejarte aquí.
- Perdonadme, amigos. Me duele en el alma
[cdb]dejaros aquí.
- La culpa es mía, majestad.
Debería haber vigilado la retaguardia.
- Entonces estaría llorando tu muerte.
- Le decisión fue mía, igual que el error.
Las muertes de hoy pesan sobre mis hombros.
- Majestad, por favor.
- Merecía ser feliz. Incluso después de perder
[cdb]a su prometido, encaraba la vida con fuerza y vigor.
Y ahora ha vuelto a verle la cara a la muerte.
- Tendría que haber caído yo.
- ¿Cómo voy a poder compensar al conde de Galatea?
¿Y a Glenn?
- Os lo ruego, dejad de atormentaros.
- Mercedes luchó porque amaba a nuestro pueblo.
Quería protegeros a vos y a ellos.
Y no solo ella...
- Ingrid también eligió venir.
Y lo hizo por vos.
- No le quitéis mérito a su sacrificio.
- No les quitéis mérito a sus sacrificios.
- (...)
- En nombre de esta lanza mágica,
[cdb]juro que defenderé Faerghus.
- Y ahora descansa. Volveré a por ti
[cdb]cuando te haya vengado.