- Pronto llegaremos a Ailell.
- El Reino y la Iglesia se aproximan por el oeste
[cdb]y nuestros amigos de la Alianza por el este.
- Conocemos sus movimientos, así que suponemos
[cdb]que ellos también están al tanto de los nuestros.
- Esta batalla final será intensa... y sangrienta.
Pase lo que pase, debemos alzarnos con la victoria.
- ¡Al menos, los superamos en número!
- Pero el Reino tiene todas esas reliquias de los héroes.
Eso no nos beneficia.
- Debemos andarnos con ojo y actuar
[cdb]de forma coordinada. Que nadie se adelante
[cdb]para intentar hacerse el héroe.
- Diría que el ambiente se está caldeando,
[cdb]pero es el suelo, que está que arde.
- Esto es asfixiante... ¿A quién se le ocurrió la idea
[cdb]de combatir en un sitio así?
- Yo prefiero calor, a mí no gusto frío...
El frío hace frenar.
- A mí el frío y el calor me dan igual siempre que esté
[cdb]cómodamente en mi habitación con la puerta cerrada.
- ¿Es que las palabras «final», «sangrienta» y «batalla»
[cdb]no os ponen ni un poquito nerviosos?
- ¡Tomaos esto en serio! ¡Mostrad orgullo
[cdb]por pertenecer a un ejército que sirve al Imperio
[cdb]más grandioso que el mundo haya conocido!
- No hace falta que animes al personal, Ferdie.
- Cuando odias la guerra tanto como yo,
[cdb]empiezas a valorar los momentos de tranquilidad.
- Mmm. Coincido con eso.
- ¿Qué hay de malo en divertirse un poco, Ferdinand?
- ¿Y si enseñamos a esos nostálgicos del pasado
[cdb]la fuerza que tenemos?
- No tendrán nada que hacer.
- No tendrán nada que hacer.
- ¡A las armas! ¡Hoy saldremos victoriosos por fin!