- ¿Estáis todos? Entonces empecemos.
Debemos comprender nuestra situación exacta
[cdb]en esta guerra.
- Como ya sabréis, el Imperio ha tomado
[cdb]el Gran Puente de Myrddin.
- El ejército imperial ahora ocupa lo que antes era
[cdb]el territorio de la Casa Phlegethon.
La Casa Gloucester también se ha rendido ante ellos.
- Que no os quepa duda de que ha sido
[cdb]una decisión muy dolorosa para mi padre.
- La Casa Ordelia, al este del puente,
[cdb]también ha jurado no enfrentarse al Imperio.
- Teníamos unos recursos militares muy escasos.
Te ofrezco mis más sinceras disculpas.
- No tienes nada de qué disculparte, Lysithea.
El conde de Ordelia hizo lo que cualquier otro
[cdb]habría hecho en su lugar.
- Y ahora Lorenz y Lysithea ni siquiera pueden
[cdb]volver a sus casas.
- Aún hay más. Tras la batalla, el ejército imperial
[cdb]cruzó el territorio de Gloucester
[cdb]y atacó Garreg Mach.
- Parece que Rhea y el resto de la Iglesia Central
[cdb]han huido al Reino en busca de asilo.
- Entonces supongo que tardaremos en poder
[cdb]volver a visitar nuestra vieja escuela.
- Espero que ningún miembro de la Iglesia
[cdb]haya salido herido...
- Ahora que el monasterio ha caído,
[cdb]el frente se expande rápidamente hacia el norte.
Dentro de poco, Derdriu estará a su alcance.
- Y si cae nuestra capital, la Alianza caerá con ella.
Debemos detenerlos, cueste lo que cueste.
- Todo eso suena de maravilla,
[cdb]pero ¿qué proporciones podría alcanzar un ejército
[cdb]que consigas reunir a estas alturas?
- No creo que la Casa Edmund pueda enviar
[cdb]más tropas. Lo siento.
- Lo que significa que la Casa Goneril es la última
[cdb]de los Cinco Grandes en la que podemos confiar.
- No estoy segura de que las fuerzas combinadas
[cdb]de las Casas Riegan y Goneril basten para frenar
[cdb]a todo el Imperio.
- Tendremos que arreglárnoslas con lo que tenemos.
Y no nos olvidemos de la Campeona de Daphnel.
- Pero no podemos esperar mucho de ella en cuestión
[cdb]de números. ¿Sería posible que el Reino enviase
[cdb]tropas en nuestra ayuda?
- Dudo que puedan prescindir de ellas.
Han comenzado a enfrentarse al Imperio
[cdb]en el oeste de Faerghus.
- Además, no sé si podemos confiar en ellos.
Aún no tengo ni idea de qué intenciones
[cdb]puede tener Dimitri.
- Aunque, puede que tenga un plan. Por ahora,
[cdb]solo os puedo pedir que luchéis, y que lo hagáis
[cdb]con todas vuestras fuerzas.
- ¡Siempre puedes contar conmigo!
¡Y con mis músculos!
- Gracias, Raphael. Tu confianza infundada
[cdb]es como música para mis oídos.