Oh, Edelgard. Me alegro de verte.
¿Tienes un momento?
Por supuesto. ¿Qué ocurre?
Bueno, ¿recuerdas cómo Hubert la agarró conmigo
[cdb]después del ataque de los Caballeros de Seiros
[cdb]en Enbarr?
Me hizo darle vueltas a algo.
¿Qué debería hacer para que vuelvas a confiar en mí?
Nada, Hubert y yo ya no dudamos de ti.
No desde que dejamos atrás aquel asunto.
Trabajas incansablemente para mí y te lo agradezco.
Así que no tienes de qué preocuparte.
Pero no sabemos cuándo podrían volver a intentar
[cdb]interferir las Serpientes de las Tinieblas.
¿Y qué pasa con las Serpientes de las Tinieblas?
Está claro que han regresado y no desaparecerán
[cdb]a menos que hagamos algo.
Siento que debería hacer más cosas para ayudar.
Es como si estuviese deambulando sin un propósito.
Muy bien. ¿Qué propones?
Mmm. Si tuviese que elegir algo, diría que protegerte
[cdb]sería mi prioridad.
Todos tienen algo en tu contra, especialmente
[cdb]la Iglesia y las Serpientes de las Tinieblas.
No descansarán hasta acabar contigo.
Al fin y al cabo, el ejército imperial no perderá
[cdb]si te tenemos al mando.
Y supongo que Hubert me dejará en paz
[cdb]si me concentro en mantenerte a salvo.
Así podrás guiarnos hacia la victoria.
Viviremos felices y confiaremos los unos en los otros.
Tal vez. Pero creo que estás pasando algo por alto.
La única forma de protegerme es permanecer
[cdb]a mi lado, y ahí está el problema.
Permitir que estés tan cerca de mí ya demostraría
[cdb]mi confianza en ti, sin la cual nunca
[cdb]habrías podido ganarte esta oportunidad.
Decirle que lo comprendes.
Quedarte con la boca abierta.
Lo sé. Pero no puedo evitar sentir que debo hacerlo
[cdb]para demostrarte mi lealtad.
Eh... Sí, supongo que tienes razón.
Pero no puedo evitar sentir que debo hacerlo
[cdb]para demostrarte mi lealtad.
Por favor, Edelgard.
Aunque solo sea para protegerte de tus enemigos.
Mmm.
Muy bien. Como quieras.
Mientras tanto, le diré a Hubert...
Bueno, no estoy segura de lo que le diré.
Sabemos que las Serpientes de las Tinieblas
[cdb]pueden cambiar de aspecto a voluntad.
Así que, en cierto modo, no importa de quién
[cdb]me rodee. Podrían convertirse en cualquiera.
Darle las gracias por creer en ti.
Sorprenderte.
Gracias, Edelgard. Creía que te negarías.
Espera, ¿de verdad? Sé que te lo he pedido yo, pero...
¿en serio?
Por supuesto. Pero lo que quiero saber es por qué
[cdb]arriesgarías la vida solo para ganarte mi confianza.
¿De verdad tienes que preguntarlo?
Me has cambiado la vida.
Antes de conocerte no tenía a nadie.
Era un cualquiera. Pero, aun así, me elegiste
[cdb]para liderar uno de tus ejércitos.
Ahora no puedo andar por la calle sin que la gente
[cdb]grite mi nombre. Vivo de maravilla, siempre estoy
[cdb]rodeado de buenos amigos. Todo esto es gracias a ti.
No lo es. No te habrías ganado esta posición
[cdb]si no tuvieses el talento necesario.
Tal vez eso sea cierto ahora, pero, antes de llegar tú,
[cdb]el talento no importaba en el Imperio. Me diste
[cdb]una oportunidad que otros no me habrían dado.
Ah, ya veo.
Si quieres una prueba de que has cambiado
[cdb]el mundo, fíjate en mí.
Porque, gracias a ti, soy una nueva persona.