- Eh, hola. ¿También estás pescando?
- Mmm... sí.
- Tranquilo, chico. Ahora estamos en el mismo bando,
¿no te acuerdas?
- Lo sé. Supongo que aún no me he acostumbrado.
- Ya no nos pagan por matarnos entre nosotros.
Podemos sentarnos aquí como gente normal
[cdb]y corriente a pescar.
- ¿Acaso no eres mercenario?
Una vez que hemos cobrado,
[cdb]para nosotros no hay amigos ni enemigos.
- Sí, también lo sé. Tú, eh...
no te acuerdas de mí, ¿verdad?
- ¿Debería?
- Solía codearme con los Mercenarios de Berling.
- Berling... Ah, sí. Esa mujer era como un ejército
[cdb]entero ella sola.
- Sí. Pero tu grupo y tú arrasasteis con nosotros.
La capitana, mis camaradas... Todos murieron
[cdb]en ese enfrentamiento.
- Así que eso es lo que te pasa.
¿Me guardas rencor?
- Sí.
- No.
- Te mentiría si dijera lo contrario. Me encantaba
[cdb]ese grupito de gente desastrosa.
- Todos nos llevábamos bien, incluso la capitana.
Es el mejor grupo con el que he coincidido nunca.
- Y, de repente, ya no estaban. Intenté superarlo
[cdb]en aquel momento, pero fue muy duro.
- No, qué va. Vaya mercenario sería si estuviera
[cdb]resentido con todos los que han luchado contra mí.
- Pero me costó mucho superarlo en aquel momento.
Me encantaba ese grupito desastroso.
- Todos nos llevábamos bien, incluso la capitana.
Es el mejor grupo con el que he coincidido nunca.
- Cuando pasó eso, me hice una promesa.
- Entrenaría para ser cada día más fuerte
[cdb]y derrotaros a ti y al Azote Sombrío.
- Pero ahora somos aliados, así que no te queda
[cdb]más remedio que olvidarte de eso, ¿eh?
- Parece que sí. Pero una parte de mí
[cdb]se siente aliviada.
- Tampoco creo que hubiera sido capaz
[cdb]de derrotar al Azote Sombrío.
- Oye, ¿y a mí? ¿O das por hecho que me ganarías?
- No lo sabré si no lo intento. Por cierto...
- Para ser un tipo normal que va de pesca,
[cdb]no has colocado ni el anzuelo.
- Sí, bueno, estos guantes viejos no están pensados
[cdb]para hacer nudos pequeños.
- Dame. Ya lo hago yo.
- Ajá, no está nada mal, chico. Gracias.
- La gente te considera un mercenario de leyenda,
[cdb]pero eres mucho menos diestro de lo que pensaba.
- «De leyenda» es como llaman a los muertos.
Y yo estoy vivito y coleando, ¿eh?
- Oye, y sobre lo que pasó con Berling,
[cdb]lo siento.
- Al final, no eran más que dos nobles de poca monta
[cdb]que intentaban imponerse el uno al otro.
- Si Berling no nos hubiera atacado,
[cdb]podríamos haber evitado la matanza.
- Pero llegó hecha una furia, gritando que acabaría
[cdb]con nosotros y se llevaría toda la fama.
- Mi [MFB:chico_chica] no pudo contenerse llegado ese punto.
Sé que no arregla nada, pero... espero que algo ayude.
- Lo hecho, hecho está. Era tu trabajo y lo sé.