- Ya se me ocurrirá algo. Te lo prometo.
Tú escríbele a tu padre, ¿vale?
- Lo haré.
- Eh, hola, Dedue. ¿Puedo ayudarte con algo?
- No, solo pasaba por aquí.
- ¿Seguro? Da la impresión de que quisieras decir algo.
- Me ha conmovido tu interacción con esa mujer.
- ¿Y eso qué quiere decir?
- En nuestros días en la Academia,
[cdb]solía oír rumores indecorosos sobre ti.
- Tenías tendencia a saltarte el entrenamiento
[cdb]y cierta reputación en cuanto a las mujeres.
Le causaste muchos dolores de cabeza a su majestad.
- No puedo negarlo.
- Pero todo eso ha quedado en el pasado.
Ahora soy mucho más responsable, ¿no te parece?
- No esperes elogios solo por hacer tu trabajo.
- Claro...
- Aunque tengo curiosidad por saber
[cdb]qué causó este cambio de actitud.
- «Cambio de actitud» quizá sea ir demasiado lejos.
- Es solo que... Siempre veo a Dimitri y a Felix
[cdb]ahí fuera haciendo cosas increíbles.
- ¡Así que no puedo estar por ahí haciendo el tonto
[cdb]mientras ellos se labran una reputación!
Será rivalidad fraternal.
- ¿Rivalidad fraternal?
- Para mí son como hermanos. Que es precisamente
[cdb]la razón por la que no quiero que me miren
[cdb]por encima del hombro.
- Ya veo.
- Entiendo cómo te sientes.
Tenía una hermana pequeña.
- ¿Tenías? Oh.
- Háblame de ella. ¿Cómo era?
- Mmm. Le encantaban las flores
[cdb]y a menudo hacía coronas con ellas.
- Y como se empeñase en algo,
[cdb]nada en el mundo podía impedírselo.
- Parece que era un encanto. Y algo intimidante.
- Por mucho que lo intentes,
[cdb]no se puede coquetear con los muertos.
- ¡Hala, espera! ¡Solo estaba siendo sincero!
- Siento no haber tenido la oportunidad de conocerla.
- Si su hermano mayor no me mandaba
[cdb]volando por los aires primero, claro.
- Je, puede que lo hubiera hecho.
- Sylvain, deberías visitar Duscur
[cdb]cuando esta guerra haya terminado.
- La tumba de mi hermana está allí.
No es nada especial, pero me gustaría
[cdb]enseñártela algún día.
- Me encantaría, amigo mío.
Y me aseguraré de llevar un gran ramo de flores.
- A ella le habría encantado.