Vale, con eso debería valer.
Perdona por haberte arrastrado a hacer esto, Sylvain.
Eh, debería ser yo el que se disculpe.
No me puedo creer que no me diera cuenta
[cdb]de que había espías entre nosotros.
Ah, yo es que estoy acostumbrado a estar atento
[cdb]a gente así, en vista de lo que ha sido mi carrera.
Parecían bastante versados en ello, salvo por el hecho
[cdb]de que se les daba tan mal ocultar su hostilidad
[cdb]como a ti.
O quizá es que tu percepción es excelente.
Solo son años de práctica, te lo aseguro.
Aun así, me sorprendió lo decidido
[cdb]que estabas a deshacerte de esos espías.
Nunca pensé que conocería a alguien que aceptase
[cdb]igual de fácil una invitación a purgar espías como
[cdb]tener una cita con una mujer hermosa.
Bueno, el tiempo es crucial en este tipo de cosas.
Y a Dimitri seguro que no le importa
[cdb]que se lo hayamos dicho tras haberlo solucionado.
Debemos ganar esta guerra, y nada hace
[cdb]que una guerra se pierda tan rápido
[cdb]como fugas en nuestro propio bando.
Y aun así una inteligencia superior
[cdb]puede verse superada por la fuerza bruta.
Mira, por ejemplo, el caso de Arianrhod.
Estaba tan seguro de que habíamos logrado
[cdb]una victoria total y entonces...
Sí, fue una batalla ganada a golpe de esfuerzo.
Nunca lo habríamos logrado sin mi hermano
[cdb]y los caballeros.
Hablando de lo cual, me ha resultado algo extraño
[cdb]que me guarde las espaldas alguien que hasta
[cdb]hace poco intentaba clavarme un puñal en ella.
Comprendo bien tu recelo. De hecho, me sorprende
[cdb]que nunca me dieras caza para vengarte por la muerte
[cdb]de tu hermano.
Todo eso es agua pasada si al unirte
[cdb]nos ayudas a ganar esta guerra.
Es solo que al principio no sabía si confiar en ti.
¿Y ahora?
¿He demostrado ser digno de esa confianza?
Desde luego.
Tu perspicacia nos ha salvado el cuello esta vez.
Pero no olvides que he jurado proteger este lugar...
y sabes exactamente lo que pasará si decides
[cdb]cambiarte de bando.
Tras toda esa frivolidad, lo cierto es que eres
[cdb]bastante leal al Reino. Admiro ese sentimiento,
[cdb]lo creas o no.
Pero puedes estar tranquilo: no tengo intención
[cdb]de traicionaros. De hecho, me gustaría tener
[cdb]una amistad duradera con el futuro marqués.
Eso estaría bien. Y lo cierto es que aprecio
[cdb]cómo eres capaz de ver a través de mí.
Me ahorra el tener que andarme por las ramas.
Je, parece que hemos alcanzado un respeto mutuo.
Quizá hasta acceda a salir contigo alguna vez.
Mientras no uses ninguna de esas horribles frases
[cdb]de ligoteo que soltaste cuando nos conocimos...
¿Cómo era? Ah, sí.
«¡Buenas, polluela adorable!
¿Y si dejas entrar a este gallo en el gallinero?».
Mira, ya me disculpé por confundirte con una chica,
[cdb]ya puedes dejar de mencionarlo.
¿Y renunciar a un cotilleo tan bochornoso
[cdb]sobre el próximo marqués de Gautier? ¡Jamás!
Además, nunca te pedí que te disculparas.
No eres el primero en cometer ese error,
[cdb]ni serás el último.
Y, a decir verdad, una cita contigo seguro que sería
[cdb]una experiencia muy interesante.
Al fin y al cabo, no hay mejor manera
[cdb]de asegurarse el porvenir que relacionarse
[cdb]con un apuesto futuro marqués.
Vaya, acabas de dejar en vergüenza
[cdb]mi frase del gallinero.
¿Es raro que me haya gustado un poco?
Toma nota, Sylvain. Así es como se hace.
Creo que al menos empiezo a entender
[cdb]cómo has llegado tan lejos tan rápido.
Me alegro mucho de que estés de nuestro lado.
En fin, ¡brindemos por ver adónde nos lleva el futuro!