- Uf... ¿Eh? ¿Dónde estoy?
- Me alegra verte de nuevo en pie, Lysithea.
¿Cómo te encuentras?
- ¿Mercedes? ¿Por qué estás...? ¿Qué hago aquí?
- ¿No te acuerdas? Te desmayaste
[cdb]durante el entrenamiento, así que te traje hasta aquí.
- La profesora Miguela dice que tienes falta de sueño.
Te has pasado medio día inconsciente, creo.
- La profesora Miguela dice que tienes falta de sueño.
Te has pasado medio día inconsciente, creo.
- ¡¿Tanto he dormido?! ¡No! ¡Tengo que ponerme
[cdb]al día con todo lo que me he perdido!
- Comprendo tu impaciencia,
[cdb]pero aún estás muy pálida.
¿Por qué no te quedas y descansas un poco más?
- Gracias por preocuparte,
[cdb]pero ya he descansado bastante.
- Una lástima, supongo que tendré que tirar
[cdb]estas galletas que te he preparado.
- ¿Galletas?
- Sí, pensaba que podríamos compartirlas
[cdb]cuando te despertaras.
- Bueno, supongo que si te has esforzado tanto...
Espera.
- ¿Te estás aprovechando de mi amor por el azúcar?
- Solo quería disfrutar de un poco de té y tu compañía.
Toma, ¿ves? Las hice pensando en arcoíris.
- ¡Qué coloridas!
¿Cómo has conseguido que tengan ese aspecto?
- Ah, solo son unos ingredientes especiales,
[cdb]no ha sido para tanto.
- Ahora tengo todavía más curiosidad.
- Prueba una, estoy segura de que te gustará.
- Vale, allá voy...
- Es como... ¡como la nieve! ¡Se me derrite en la boca
[cdb]y deja un regusto maravilloso!
- Es una de las cosas más deliciosas que he probado
[cdb]en toda mi vida.
- Me alegra que te gusten. Ah, y hay muchas,
[cdb]así que no te cortes.
- Claro, pero aún más importante... Bueno, un momento.
Antes tengo que comerme otra.
- Vale, tienes que enseñarme a hacerlas.
- ¡Por supuesto! Pero primero disfrutemos
[cdb]de las que tenemos aquí, ¿vale?
- ¡No, tienes que enseñarme ahora! ¡Tengo que saberlo!
- Ah, creo que el té está listo. Discúlpame un segundo.
- ¡No! ¡Alto! ¡Ni se te ocurra irte!
- Ay, no me puedo creer que me haya alterado tanto...
- ¡Pero tengo que saber cómo hacer estas galletas!