- Quiero ver de qué eres capaz, Hilda.
Espero que hoy te esfuerces al máximo.
- Lorenz, aunque lo haga, nunca alcanzaré tu nivel.
Así que dalo todo tú también, ¿vale?
- Me alegro de que estés aquí, Lorenz.
A ti te va a parecer fácil, ¿verdad?
- Por supuesto. Vas a comprobar por ti misma
[cdb]lo capaz que soy.
- Ha salido mejor de lo esperado, aunque también
[cdb]me he cansado mucho más.
- ¡Te has esforzado muchísimo, Lorenz!
Estoy impresionada.
- Esa manera que tienes de comer como un pajarito
[cdb]hace que la comida parezca poco apetecible.
- Qué maleducada. Así nos enseñan a comer
[cdb]a los nobles. No te vendría mal aprender modales
[cdb]en la mesa.
- Tengo claro que [MFH:nuestro amigo_nuestra amiga] nos ha preparado esto
[cdb]con muchísimo cariño.
- ¿Cariño? En ese caso, tendré que aprovechar
[cdb]la próxima oportunidad para cocinar algo aún mejor.
- Hay que esforzarse al máximo en este entrenamiento
[cdb]y superar nuestros límites. Cuento contigo, Hilda.
- ¿Estás insinuando que voy a holgazanear?
¡Qué grosero! Si hay algo que nunca dejo
[cdb]a los demás, es el entrenamiento.