- Solo para que quede claro: esta tarea no tiene que ver
[cdb]con ser noble o plebeyo.
- Soy muy consciente. Sin embargo, eso no te permite
[cdb]darme órdenes.
- Mmm. Deberíamos terminar esto rápido
[cdb]si trabajamos en equipo.
- Sí, siempre que no te quejes por cualquier detalle.
- ¿Son imaginaciones mías o yo me he ocupado
[cdb]de la mayor parte del trabajo?
- Sí, ya he confirmado que esto se te da genial.
¡Los resultados hablan por sí solos!
- ¿Por qué muerdes trozos tan pequeños?
Disfrutarías mucho más si dieras bocados grandes.
- Yo no critico tus modales en la mesa,
[cdb]así que déjame en paz.
- Supongo que un mercenario tiene que ser capaz
[cdb]de improvisar este tipo de platos para sobrevivir.
- Con los nobles pasa lo mismo. Nunca entenderemos
[cdb]cómo vive un plebeyo si no sabemos cocinar.
- Es hora de que te grabes en la cabeza el lema
[cdb]del capitán Jeralt: mejor pelear sucio y ganar
[cdb]que jugar limpio y perder.
- Leonie, me niego a adoptar esas técnicas cobardes.
Guárdatelas para cuando yo no esté, si no te importa.