- Estos últimos dos años se han ido volando.
- Y, aunque hayan parecido cortos, ha pasado de todo.
- El Imperio ha avanzado mucho desde que relegamos
[cdb]del poder a Arundel.
- Reformamos el gobierno, solucionamos los problemas
[cdb]diplomáticos y organizamos el ejército.
- Y, lo más importante, hemos dado poder
[cdb]a la Iglesia Meridional para crear el contrapeso
[cdb]perfecto en contra de la Iglesia de Seiros.
- Es una pena que nuestro obispo sea objeto
[cdb]de una incesante censura. ¡Y que la Iglesia Central
[cdb]incluso haya atentado contra su vida!
- Pobre conde de Varley. No podría haberle pasado
[cdb]a un hombre más íntegro.
- Y luego está el asunto de lord Arundel.
¿Qué se traen entre manos él y sus secuaces?
- Conspirar en las sombras de Fódlan,
[cdb]como llevan siglos haciendo.
- No será fácil traer a la luz a esos fanáticos.
- Quizá no. Así que, de momento, vamos a centrarnos
[cdb]en el descomunal adversario al que nos enfrentamos.
- ¿Nos has convocado tú, Edelgard?
Me alegra ver tantas caras familiares.
- ¿Nos has convocado tú, Edelgard?
Me alegra ver tantas caras familiares.
- Sí... gracias por venir.
- Puede que esta sea la primera vez que os veo a todos
[cdb]juntos desde que cerró la Academia de Oficiales.
- Sí, es probable. Todos hemos estado muy ocupados
[cdb]recorriendo los caminos que nos deparó la vida.
- O la mayoría de nosotros, al menos. Otros como yo
[cdb]renunciamos al trabajo para vivir una existencia
[cdb]más placentera.
- Oye, que yo me he esforzado mucho
[cdb]por quedarme en mi habitación. ¡Cuenta igual!
- Mi padre ha estado ocupadísimo y nunca está en casa.
En realidad, me ha venido bastante bien...
- Yo volví a Brigid, mi casa.
Terminé asuntos pendientes y ahora yo estoy aquí.
- Ya basta. Como sabéis, el Imperio atacará
Garreg Mach durante los próximos días.
- La emperatriz Edelgard liderará la invasión
[cdb]personalmente y quiere que los presentes
[cdb]seáis la espina dorsal de su ejército.
- Como hace tiempo que Adrestia no contaba
[cdb]con un ejército bajo el mando directo
[cdb]de la Emperatriz, andamos escasos de oficiales.
- Confío en todos vosotros y no se me ocurren
[cdb]candidatos mejores para la misión.
¿Haréis esto por mí?
- Así que tenéis otros planes para el ejército
[cdb]de mi padre. ¿No es así?
- Contad conmigo. Estoy listo para ir adonde sea.
- Me encantaría serviros aquí en la capital...
- Pero si empieza una guerra, quiero verla
[cdb]con mis propios ojos.
- ¡Iré adonde vayáis, majestad!
- Aceptar la oferta con entusiasmo.
- Dudar.
- Siempre estoy listo. Además, está bien saber
[cdb]que no he estado entrenando en vano.
- Siempre estoy lista. Además, está bien saber
[cdb]que no he estado entrenando en vano.
- ¿Seguro que quieres que vaya? No he parado
[cdb]de entrenar, pero es una batalla importante.
- ¿Seguro que quieres que vaya? No he parado
[cdb]de entrenar, pero es una batalla importante.
- No somos tan necios como para desaprovechar
[cdb]a alguien de tu valía.
- He depositado mi esperanza en ti y confío en que
[cdb]demuestres que mi decisión es sabia.
- Ya verás. ¡Voy a superar tus expectativas
[cdb]y demostrarte de lo que soy capaz!
- Ya verás. ¡Voy a superar tus expectativas
[cdb]y demostrarte de lo que soy capaz!
- Vale. Haré todo lo que pueda.
- Vale. Haré todo lo que pueda.
- Reserva también parte de esas expectativas para mí.
¡Tengo lo que hace falta para conquistar la victoria!
Y, dicho esto...
- ¡Nuevo ejército del Imperio! ¡En marcha!
- ¿Ferdinand? Te agradecería que me dejases a mí
[cdb]las órdenes... y los nombres.