Lleva a tu compañía al muro occidental.
Yo defenderé el interior en persona.
¡Sí, lady Catherine!
Hacía mucho tiempo que no tenía el placer
[cdb]de verte trabajar, Catherine.
Yo puedo decir lo mismo de ti.
¿Cuánto hace? ¿Dos años desde que dejaste
[cdb]a los Caballeros?
Has elegido un buen momento para aparecer.
El Reino llama y yo respondo. Punto.
Además...
¿Qué? Si tienes algo que decirme, suéltalo.
¿Algo, eh? Bueno, no sabía qué esperar
[cdb]cuando oí que aquí había un antiguo bandido
[cdb]jugando a ser general.
Pero tus órdenes son precisas y cierto es que tienes
[cdb]algún conocimiento táctico. Si no te conociera mejor,
[cdb]pensaría que eres un líder experimentado.
A veces, hasta los bandidos tienen
[cdb]grandes comandantes.
Muy rara vez, pero conozco algún caso.
Mmm. Las fuerzas de Sreng siempre han asediado
[cdb]nuestras tierras. He tenido que asimilar estrategias
[cdb]defensivas casi desde mi más tierna infancia.
Entonces, sin duda eres el antiguo heredero
[cdb]de la Casa Gautier. Yo también oí hablar
[cdb]mucho de ti cuando era niña.
Siempre he querido luchar a tu lado.
Nunca pensé que acabarías siendo un renegado.
Y un cuerno. Soy yo quien cortó los lazos
[cdb]con esa corrompida casa.
Y has conseguido seguir con vida desde entonces.
Sí, porque ahora tengo una meta.
Demostraré al mundo que incluso un renegado
[cdb]sin emblema como yo puede lograr lo que quiere
[cdb]si actúa con rectitud.
Argh, me da arcadas escuchar semejantes tonterías.
Y más aún de un rey pusilánime con un emblema
[cdb]al que siempre se lo han dado todo hecho.
Y aquí estás, luchando en su ejército.
Y bien, por cierto.
Sí. Resulta que el rey no es el único
[cdb]pusilánime por aquí.
¿Sabes lo que me dijeron? Que jamás tendría
[cdb]que volver a cargar con el peso de un emblema.
Que solo sufriría la carga de mis propios errores.
Y mírame ahora. Liderando un batallón repleto
[cdb]de portadores de emblemas y descastados.
Y por muy ridículo que suene, en parte hasta disfruto
[cdb]con ello.
¡Lady Catherine, el enemigo ha entrado
[cdb]en la fortaleza! Pero... ¡habíamos cerrado
[cdb]todas las puertas!
Se trata de Arianrhod. Seguro que hay
[cdb]unos cuantos pasadizos ocultos que no conocemos.
El conde de Rowe, antiguo señor de esta fortaleza,
[cdb]cayó en combate. Pero dudo que fuera el único
[cdb]conocedor de los secretos de su construcción.
Entonces tendremos que contenerlos
[cdb]hasta que lleguen los refuerzos. ¡Acabaré
[cdb]con esos intrusos de un solo golpe!
Aún no sabemos cuántos son.
Parece que al final saldaré mis cuentas.
Una actitud tan pesimista solo os conducirá
[cdb]a ti y a tus soldados a la derrota.
¡Cómo! Ni hablar. Mira, si quieres salir de esta
[cdb]con vida, más vale que prestes atención.
Una fortaleza como esta tiene siempre un pasadizo
[cdb]secreto, y hay pocos lugares donde puede estar...
El combate ha llegado a los muros interiores
[cdb]de Arianrhod.
El enemigo tiene que haber entrado
[cdb]por alguna ruta desconocida.
Oye, me alegra que hayan entrado. Así tendré
[cdb]la oportunidad de demostrar de lo que soy capaz.
Oye, me alegra que hayan entrado. Así tendré
[cdb]la oportunidad de demostrar de lo que soy capaz.
Agradezco tu confianza. ¿Estáis todos preparados?
Hoy asestaremos un golpe definitivo, no solo a esa
[cdb]cruel emperatriz, sino a todo Adrestia.
Y dependo de todos vosotros para lograrlo.
¡Conmigo, adelante!