- ¡Eres mi salvación, Mercedes! ¿Podrías ayudarme
[cdb]ahora con las heridas de este soldado?
- ¡Lady Mercedes! ¿Dónde pongo esto?
- Eh, mm. ¡Sí, un momento, por favor!
- Veo que estás bastante ocupada, Mercedes.
¿Puedo ayudar en algo?
- Ah, cielos, agradezco la oferta, pero me sabría mal
[cdb]pedirte que sacaras tiempo para ayudarme
[cdb]con estas tareas.
- Oye, no te preocupes. Cualquiera que siga
[cdb]de una pieza tras una batalla tiene que hacer
[cdb]lo posible por echar una mano.
- No soy médico, pero al menos puedo ayudar
[cdb]a organizar esto.
- Pero si acabas de volver del combate,
¿no estás exhausto?
- Restarle importancia.
- Preguntarle lo mismo.
- No, en realidad no. No estábamos en primera línea,
[cdb]así que aún estoy fresco.
- Y no estoy enterrado en papeleo, como otros.
- Bueno, si insistes...
Supongo que algo de ayuda me vendrá bien.
- Oye, podría preguntarte lo mismo. Estuviste allí
[cdb]luchando con nosotros todo el tiempo.
- Supongo que es verdad, pero
¿seguro que no te importa echar una mano?
- Claro que no, tú dime qué hacer y me pondré a ello
[cdb]en un abrir y cerrar de ojos.
- En ese caso, hay una caja en la plaza de armas.
¿Te importa ir a por ella?
- Dentro debería haber vendas y medicinas,
[cdb]sabrás cuál es cuál solo abriendo la tapa.
- Entendido. ¡Vuelvo enseguida!
- ¿Mmm? ¡Vaya! Espera un momento.
- ¿Qué pasa?
- Dame la mano derecha.
- Vale...
- Lo sabía, te has hecho daño.
Espera, puedo remendarte esto en un momentín
[cdb]con mi magia de curación.
- Caray, mucho mejor. Gracias, Mercedes.
- A partir de ahora tienes que avisar
[cdb]cuando estés herido, ¿vale?
No seas tan descuidado con tu salud.
- Oye, podría decirte lo mismo de...
Bueno, no importa.
- De cualquier forma, ahora debería ser más fácil
[cdb]cargar con la caja. Gracias de nuevo, Mercedes.
- No, gracias a ti por ofrecerte a ayudar.
Ah, y tómate el tiempo que necesites, no hay prisa.