- Qué faena.
- ¿Va todo bien, Catherine? Me parece haber visto
[cdb]al conde de Charon hace un segundo.
- Sí. Es que tenía que hablar de algo con mi padre.
- Quería solicitarle algunos soldados de refuerzo
[cdb]a la Iglesia, pero yo no tengo autoridad
[cdb]para tomar esa decisión.
- Por más que lo intente, no entiendo por qué viene
[cdb]a pedirme a mí algo que solo lady Rhea o Dimitri
[cdb]podrían hacer por él.
- Espera, un momento... El conde de Charon es...
¡¿tu padre?!
- Sí. Je, juraría que lo sabías.
- Pues supongo que ahora ya lo sabes.
Soy, en efecto, la hija del conde de Charon
[cdb]de Faerghus.
- No tenía ni idea.
Aunque, ahora que lo mencionas, portas su emblema.
- Las cosas en mi familia son complicadas,
[cdb]como mínimo. Pero, en resumen, intento mantener
[cdb]las distancias con la Casa Charon por ahora.
- Ahora mismo, soy Catherine, Caballero de Seiros.
Sin conexión con ninguna otra casa o reino.
- Ya veo.
¿Así que pretendes seguir sirviendo a la Iglesia?
- Pero ¿qué crees que harás si la Iglesia
[cdb]y el Reino rompen su alianza?
- ¡Ja! Qué pregunta tan ridícula.
Evidentemente, me pondría de parte de lady Rhea.
- No es cuestión de elegir entre el Reino o la Iglesia.
Mi lealtad, y mi espada, pertenecen a lady Rhea
[cdb]y solo a lady Rhea.
- Aunque, por supuesto, preferiría no tener que luchar
[cdb]contra mi familia y mis amigos de allí.
- Así que lo ideal para mí sería que el Reino y la Iglesia
[cdb]siguieran llevándose bien para siempre.
- La espada personal de la Arzobispa, ¿eh?
Menudo peso blandes.
- ¿Y qué hay de ti? ¿Por qué luchas?
- ¿O es una de esas historias
[cdb]del tipo de «acabé aquí por casualidad»?
- Lucho por mis amigos.
- Necesito el dinero.
- Quiero derrotar al Azote Sombrío.
- Hago esto por mis amigos y camaradas.
Quiero mejorar las cosas para las gentes del Reino.
- Mmm, no era eso lo que esperaba. Eres bastante leal
[cdb]para alguien que ha sido mercenario.
- A la hora de la verdad, estoy en esto por el dinero.
- Dimitri confía mucho en mí y se me recompensa
[cdb]generosamente por lo que hago. Es todo lo que puedo
[cdb]pedir en mi ámbito profesional.
- Esa es una forma muy mercenaria de verlo.
Me recuerda a alguien...
- Tengo una cuenta pendiente con cierta persona.
Hay más posibilidades de vernos las caras
[cdb]de nuevo si estoy aquí.
- ¿Ah, sí? Debe de ser un oponente formidable,
[cdb]a juzgar por la expresión de tu cara.
- Aparte de eso, puede que tengas razón.
Quizá acabé en Faerghus por pura casualidad.
- En la capital estalló una guerra civil poco después
[cdb]de que me uniera a la Academia de Oficiales.
Para cuando la cosa se calmó...
- Rhea había decidido cerrar la Academia.
Fue entonces cuando Dimitri me asignó
[cdb]mi puesto actual.
- Parece que tú también has tenido tus altibajos.
Pero ahora comandas las tropas del Reino, ¿no?
Es un buen ascenso.
- Yo digo que, mientras vivas tu vida de forma
[cdb]que tu yo del pasado se enorgullezca, es suficiente.
- Conque enorgullecer a mi yo del pasado...
- Es más fácil decirlo que hacerlo, ya lo sé.
Pero no se pierde nada por intentarlo, ¿no?
- Tú sigue superándote a ti mismo. Al final lo lograrás.