- ¡Vaya! Has pintado algo fantástico, Marianne.
- Oh, no es nada especial.
- ¡Claro que lo es!
Sobre todo, porque es la primera vez que pintas.
¡Tienes un talento innato!
- Yo nací con una falta crónica
[cdb]de talento para la pintura.
- Eso no es cierto. Creo que tus cuadros son preciosos.
- El cielo y la tierra parecen saltar del lienzo.
- Oh... ¿De verdad?
- Además, cuando veníamos,
[cdb]no he podido evitar fijarme
[cdb]en lo bien que se te da montar a caballo.
- Rebosas talento, Bernadetta. No tengas duda.
- E-eso del caballo es solo porque soy una noble.
Me obligaban a practicar constantemente
[cdb]cuando era pequeña.
- Aun así, me sorprende lo bien que he cabalgado,
[cdb]hace tiempo que no monto a caballo.
Tal vez tenga un talento oculto que está floreciendo.
- Pero sí, últimamente he montado mucho
[cdb]dentro y fuera del campo de batalla.
Me has inspirado para mejorar.
- No esperaría nada menos de ti, Bernadetta.
- (...)
- (...)
- Oye, Marianne.
¿Qué quieres hacer cuando se acabe la guerra?
- Mmm. Bueno, si pudiese...
- Me encantaría ir a un bosque donde la luz
[cdb]se cuele entre las hojas y leer un libro
[cdb]rodeada de animalitos.
- ¡Ah! ¡¿Rodeada de animales?! Eh, quiero decir...
Qué sueño tan bonito.
- ¿Y tú qué quieres hacer, Bernadetta?
- Te lo diré, pero tienes que guardar el secreto, ¿vale?
- Estoy... escribiendo una historia
[cdb]y me gustaría acabarla.
- Tienes muchísimo talento. Te tengo mucho respeto.
- Oh, no es gran cosa...
Pero se me acaba de ocurrir otra historia.
- Trata sobre una chica en un bosque lejano
[cdb]que habla con los animales y se hace amiga de ellos.
- Espera, ¿eso no es...?
- Eh, sí. He plagiado tu vida.
Solo pensé que sería divertido
[cdb]convertir tu sueño en una historia.
- Es un libro que me encantaría leer.
Permíteme leerlo si lo terminas.
- ¡¿Qué?! V-vale, Bernie, la cosa se ha puesto seria...
- Lo espero con ganas.
- En ese caso... ¿podrías enseñarme algo
[cdb]acerca de los animales del bosque?
- Sabes muchísimo, Marianne.
Me encantaría sentarme a hablar contigo
[cdb]de cualquier cosa.
- Eso suena maravilloso.
- Entonces prometámoslo. Hablaremos todo el día.
- Te lo prometo.