- Sé que esto lo hago por su majestad,
[cdb]pero no me importaría que se convirtiese
[cdb]en una oportunidad de superarte.
- ¿Qué mejor forma de conseguir buenos resultados
[cdb]que con una competición amistosa?
- Últimamente tu aptitud es desmesurada.
Si no ando con cuidado, podrías usurpar mi puesto
[cdb]al lado de la Emperatriz.
- Sé que lo dices de broma.
Deja de hablar y ayúdame con esto de una vez.
- Me impresiona que hayamos conseguido llevarnos
[cdb]lo bastante bien como para tener
[cdb]resultados aceptables.
- Cierto. No sería capaz de mirar a su majestad
[cdb]a la cara si hubiésemos hecho una chapuza.
- ¿En qué pensabas para invitarnos a comer a ambos?
No pasa nada, pero no lo entiendo.
- Sí, no sé qué perverso plan tendrás en mente,
[cdb]pero suéltalo ya. Claro que tampoco me importa.
- Su majestad dice que nunca sabe qué puede salir
[cdb]de nuestras bocas cuando nos juntamos los tres.
- Habla por ti, yo tengo un gran autocontrol...
salvo cuando no lo tengo.
- Así que voy a entrenar contigo, ¿eh?
Vaya, ¿podré sobrevivir a este enfrentamiento?
- No tienes por qué ser tan condescendiente.
No soy una lunática sedienta de sangre como tú.