- Hemos terminado de organizar la posición
[cdb]de las tropas, Claude. Pero... ¿estás seguro de esto?
- ¿A qué te refieres?
- Esto no se parece a una formación de ataque normal.
Es como si hicieras un esfuerzo por limitar las bajas.
- No es cierto.
En cuanto los enemigos bajen la guardia,
[cdb]los rodearemos como un enjambre.
- ¿Y si no bajan la guardia?
- Entonces supongo que nos quedaremos aquí sentados
[cdb]frunciendo el ceño.
- ¡Venga ya! ¡Esta estrategia no ayuda!
- Mira, con solo estar aquí ya reducimos drásticamente
[cdb]el número de soldados del Reino
[cdb]a los que tendrá que enfrentarse el Imperio, ¿verdad?
- Lo que significa que no tendremos que mover
[cdb]nuestras tropas hasta que el Imperio se adentre
[cdb]en el norte.
- Nos moveremos cuando estén en posición
[cdb]de tomar el territorio de Blaiddyd.
- Y, si todo va mal, las pérdidas podrían tener
[cdb]consecuencias catastróficas para el futuro
[cdb]de la Alianza.
- Me sorprende que te preocupes
[cdb]por el futuro a gran escala, Hilda.
Cuánto has madurado.
- No me iba a pasar toda la vida siendo una niña.
- Eso parece. Estoy impresionada.
- Mira, Hilda.
Esta vez no tienes nada que temer, te lo prometo.
- El Imperio ya nos ha compensado por cualquier
[cdb]posible pérdida, y seguirá haciéndolo.
- ¿Crees que habría firmado ese pacto sin asegurarme
[cdb]de que nos cubrirían las espaldas?
- Claro que no, pero ¿cumplirán con su palabra?
Lo dudo.
- Me encantaría creer que respetarán el pacto.
- Pero me da la impresión de que no dudarán
[cdb]en darte un hachazo por la espalda si lo necesitan.
- Por suerte, yo también puedo ser muy despiadado.
- Si el Imperio hace algo que no me guste,
[cdb]podría ser yo quien acabe rompiendo el pacto.
- Si eso debería hacerme sentir mejor,
[cdb]no ha funcionado.
- ¡Tranquila!
Solo estamos hablando de escenarios hipotéticos.
- Prométeme que siempre me guardarás las espaldas,
[cdb]incluso en la peor de las situaciones, ¿vale?
Te necesito.
- Oh, vale... Pero solo por ser tú.