El enemigo ha luchado ahí fuera como si estuviera
[cdb]poseído. Un movimiento en falso
[cdb]y habríamos acabado muertos.
El enemigo ha luchado ahí fuera como si estuviera
[cdb]poseído. Un movimiento en falso
[cdb]y habríamos acabado muertos.
Los nobles imperiales lucharán hasta el último aliento
[cdb]para proteger sus hogares, como haríamos nosotros.
Sugiero que te acostumbres,
[cdb]todo al que nos enfrentemos a partir de ahora
[cdb]nos plantará cara con la misma energía.
Supongo que es matar o morir, ¿eh?
Solo pensar en el camino que nos espera es agotador.
No te quejes. Solo hacemos esto para restaurar
[cdb]la paz en Fódlan, ¿recuerdas?
No puedo decir que te culpe por preocuparte.
Esta es una campaña difícil, en el amplio sentido
[cdb]de la palabra. Para empezar, el terreno desconocido
[cdb]favorece en gran medida al enemigo.
No importa cuán noble sea nuestra causa,
[cdb]la culpa que conlleva la invasión de nuestros vecinos
[cdb]siempre nos pesará.
Sea como fuere, ahora no podemos retroceder.
Si el Reino y el Imperio no pueden coexistir,
[cdb]no queda otra opción sino luchar.
Tiene razón. Todos sabemos lo que le pasará
[cdb]a Faerghus si nos quedamos de brazos cruzados
[cdb]y le damos rienda suelta a Adrestia.
Así que comprendes la gravedad de nuestras acciones,
[cdb]pero eliges marchar a pesar de ello.
Parece que la nueva generación de la aristocracia
[cdb]se ha hecho más fuerte de lo que creía.
Sin duda, a Faerghus le espera un futuro brillante.
Por ahora, todo cuanto podemos hacer es alabar
[cdb]a nuestros soldados por proporcionarnos este triunfo.
Y, por supuesto, ordenar que continúen la marcha.
Cuando el sol se pose sobre esta guerra,
[cdb]solo nuestro Rey estará vinculado
[cdb]al vil sobrenombre de invasor.
Esto no es solo cosa suya.
Y tu responsabilidad será brindarle tu apoyo, Felix.
Eres consciente de ello, ¿verdad?
Es tu deber como Escudo de Faerghus
[cdb]y descendiente del linaje de Fraldarius.