- Parece que la campaña de Leicester
[cdb]progresa sin contratiempos.
- En efecto.
La oportuna rendición del conde de Gloucester
[cdb]nos permitió avanzar sin apenas sufrir bajas.
- En estos momentos, el batallón de Ferdinand
[cdb]está cercando el territorio de la Casa Riegan.
- El ministro de Guerra está haciendo los preparativos
[cdb]necesarios para trasladar también sus fuerzas
[cdb]al territorio de la Alianza.
- Cuando el conde de Bergliez entre en la contienda,
[cdb]no tendremos nada de qué preocuparnos
[cdb]en ese frente.
- Sí. Y, por ahora, solo podemos desviar a la mayoría
[cdb]de nuestras fuerzas hacia nuestro conflicto
[cdb]con Faerghus en el frente occidental.
- Me temo que el repentino cambio de lealtades
[cdb]del conde de Rowe solo habrá servido para provocar
[cdb]aún más al ejército del Reino.
- Ah, sí. Él. Ignoró nuestro plan y lanzó un ataque
[cdb]contra el Reino sin nuestra aprobación.
- Y, al hacer esto, solo le ha ocasionado problemas
[cdb]al Imperio. Aun así, no podemos permitirnos
[cdb]abandonarle.
- Hemos hecho creer a nuestros vasallos que el Imperio
[cdb]siempre acudirá en su ayuda. Esa ha resultado ser
[cdb]una medida de lo más problemática.
- La medida puede ser fastidiosa, pero la respetaremos
[cdb]igualmente. Envía inmediatamente refuerzos
[cdb]para el conde de Rowe.
- Entendido.
¿Y qué mensaje debería enviarle al conde de Bergliez?
- Todavía desconfío de los planes de la Alianza,
[cdb]pero... dile que dejamos el asunto
[cdb]en sus capaces manos.