No hay actividad en el frente imperial.
Toda esta calma solo me pone más nerviosa.
Tal vez lo que los mantenga a raya sea el temor
[cdb]de enfrentarse a la célebre Campeona de Daphnel.
¡Erwin! ¿Te he oído bien?
¿Acabas de hacer una broma?
Yo no chacoteo. Tu presencia es lo único
[cdb]que me disuade, de lo contrario me rendiría
[cdb]ante el Imperio ahora mismo.
Puedes dejar ya el numerito de villano traidor.
Sé que has hecho más por la Alianza
[cdb]que cualquier otra persona.
No merezco tal reconocimiento.
Mi única preocupación siempre ha sido el bienestar
[cdb]de la plebe de mi territorio, no de la propia Alianza.
Y por eso considero que eres un buen señor.
O lo eras, supongo.
Cierto. Ahora no soy más que un humilde noble
[cdb]retirado, listo para deleitarme en mi decrepitud.
Tal vez ahora la gente me deje vivir tranquilo.
Yo no contaría con ello.
Tendrás mucha compañía indeseada
[cdb]si el Imperio ataca.
Oh, no creo que debamos preocuparnos por eso.
Si el Imperio tuviese intención de proseguir
[cdb]con su guerra contra la Alianza, ya habría atacado.
Me figuro que habrán reconsiderado sus planes
[cdb]tras la última batalla.
Fue una necedad por su parte iniciar una guerra
[cdb]en dos frentes, pero proseguir tras presenciar el poder
[cdb]de la Alianza sería todo un disparate.
Espera. ¿Dices que el motivo por el que te ofreciste
[cdb]voluntario para defender el Gran Puente de Myrddin
[cdb]es porque supusiste que no lo atacarían?
Mmm. Qué curioso, ¿verdad?
«Un humilde noble retirado»... Y una porra.
Sigues siendo tan astuto como siempre.