- Por fin hemos reunido a todo nuestro ejército.
¡Hay soldados hasta donde no alcanza la vista!
¡Maravíllate, Nader! ¡Es todo un espectáculo!
- Sí, supongo.
- Para un ejército de esta envergadura, atravesar
[cdb]la Garganta de Fódlan debería ser pan comido.
¡Ya podrían coronarme como rey de Almyra!
- Espero que tengáis razón.
- No sé dónde estará Khalid ahora, ¡pero puedo
[cdb]imaginarme la expresión de desesperación en su cara
[cdb]cuando se entere de lo que he logrado!
- No tiene ni idea de dirigir un ejército tan grande
[cdb]y ya está alardeando de su victoria.
- No estoy obligado a seguir estando al servicio
[cdb]de Shahid. Tal vez sea el momento de seguir
[cdb]mi propio camino.
- No hay mucha gente en Almyra que pueda movilizar
[cdb]un ejército tan grande. Si no se trata del Rey,
[cdb]tiene que ser uno de los príncipes.
- Lo que significa que...
Shahid tiene que ser su comandante.
- ¿Qué ocurre? ¿Pasa algo?
- ¿Qué ocurre? ¿Pasa algo?
- Nada en especial.
- ¿Seguro? Porque te he oído suspirar
[cdb]como si estuviésemos en apuros.
- ¿Seguro? Porque te he oído suspirar
[cdb]como si estuviésemos en apuros.
- No hay nada de qué preocuparse.
Y además, no veo que tengamos más opciones.
- Solo tengo que hacer lo que hay que hacer.
Es así de simple.
- Creo que hay algo que se me escapa...
- Creo que hay algo que se me escapa...
- Mi señor, nos hemos preparado para interceptar
[cdb]a los atacantes. Esperamos tu señal.
- Bien, allá vamos. ¡Escuchad!
- El enemigo puede superarnos en número,
[cdb]pero no son más que una marabunta desorganizada.
Podemos derrotarlos. No, ¡les derrotaremos!
- ¡Rechazad su ataque y esta noche brindaremos
[cdb]por la victoria! ¡A la carga!