Buenas noticias. Hemos acabado con otra base
[cdb]de las Serpientes de las Tinieblas
[cdb]en el territorio del Imperio.
¿Cómo que buenas noticias? ¡Son fantásticas!
Así que al final ese soldado era uno de ellos, ¿no?
Sí. Es asombroso cómo logras identificar
[cdb]a sus agentes con tanta precisión.
Estos villanos no se parecen a los espías normales.
Me gustaría decir que es pura intuición,
[cdb]pero no solo se trata de eso.
Es mi poder. Su magia es casi idéntica a la que yo uso,
[cdb]así que no me resulta difícil reconocerla.
Supongo que debemos darle las gracias a Hubert
[cdb]por atar cabos.
Qué raro es que poseas una habilidad tan importante.
Cuanto más me fijo en el pasado,
[cdb]más me doy cuenta de que...
Sin ti en nuestras filas, tal vez nunca habría eliminado
[cdb]el control que ejercían las Serpientes de las Tinieblas
[cdb]en el Imperio.
¿Yo? ¿Qué hice?
Su influencia estaba profundamente arraigada
[cdb]en cada faceta de la sociedad de Adrestia.
No había forma de separarlas.
Por eso ignoré las vidas que se estaban perdiendo
[cdb]por culpa de sus crueles maquinaciones, optando
[cdb]por concentrarme en prepararme para la guerra.
Pero entonces tú apareciste y me ayudaste a descubrir
[cdb]una forma de matar a dos serpientes de un tiro,
[cdb]por así decirlo.
Eras el engranaje que le faltaba a nuestra máquina.
El último empujón que me alentó a actuar.
Indicar que lo entiendes.
Mirarla con expresión confusa.
Ya. Bueno, no sé si puedo atribuirme el mérito,
[cdb]pero me alegro de haber sido capaz de ayudarte.
Pero eso me hace preguntarme
[cdb]por qué no confiabais en mí.
Eh, sí, claro. Lo que tú digas.
A veces me confundes mucho, ¿lo sabías?
Te pido perdón.
Tal vez seas la única persona que conozco
[cdb]que le hablaría de un modo tan sincero
[cdb]a una emperatriz.
No sé, me imagino que Ferdinand
[cdb]también sería capaz de hacer lo mismo.
Sí, es verdad. Me he equivocado.
Sea como fuere, quiero que sepas
[cdb]que estoy muy contenta de que luches
[cdb]en nuestro bando.
Eras un desconocido, no le debías nada al Imperio,
[cdb]pero aquí sigues. Eso significa mucho.
Eh, no fue para tanto.
Solo necesitaba algo de oro y supuse que, si alguien
[cdb]tenía dinero de sobra, ese sería el Imperio.
Es mejor callarse ciertas cosas.
Oh, y no tardaste en elogiarme en la Academia.
Eso me dejó una buena impresión.
La mayoría de los nobles no se dignan a dirigirle
[cdb]la palabra a un mercenario. Pero tú eras diferente.
Arval intentó convencerme de que solo
[cdb]me estaba fijando en tus buenas cualidades,
[cdb]pero yo sabía que esa era tu verdadera personalidad.
Me alegro de oírlo.
Y tenía razón acerca de ti.
Si no me hubiese subido a tu carro,
[cdb]no habría conseguido todo el éxito que tengo.
No me arrepiento de nada, créeme.
(...)
Hablar del futuro.
Intentar relajar el ambiente.
En fin, volvamos al trabajo.
Tenemos la victoria tan cerca que casi puedo olerla.
Y estaré a tu lado durante todo el camino.
¡No pararemos hasta unificar a todo Fódlan!
En fin, hemos espantado a las Serpientes
[cdb]de las Tinieblas de otro de sus escondrijos.
En mi opinión, parece algo digno de celebrarse.
¿Recuerdas cómo se hace?
No quiero volver a quedarme colgado
[cdb]como me pasó en Enbarr.
Eso no fue culpa mía.
Nunca antes había hecho algo así.
Pronto llegaremos al final de este camino,
[cdb]y lo haremos todos juntos.