- Hola, Petra. ¿Vas a entrenar? Me apunto.
- Eso daría mucha alegría a mí.
Una oponente con resistencia ayudará a mí
[cdb]a estar mejor preparada.
- ¿Hablas de mí? Qué va, tú eres más fuerte que yo.
- Además, ¿no te habían coronado reina?
No sabía que entrenar de sol a sol formaba parte
[cdb]del adiestramiento real de Brigid.
- Yo aún no he convertido a mí en una reina.
Pero hay un acuerdo de que sucederá.
- Y sí, en Brigid realeza
[cdb]debe tener conocimientos de lucha.
Quiero decir... nosotros debemos saber luchar.
- Para liderar a nuestro pueblo,
[cdb]gobernante debe tener más fuerza que otros.
Debe ser más dura de matar que ninguno.
- Mi gente espera esto de yo.
- Así que la persona más fuerte manda, ¿eh?
Me encanta. ¿Qué podría salir mal?
- Así es como supone que funciona.
Pero estas cosas no siempre no tienen problemas.
- Mercenarios también buscan siempre
[cdb]hacerse con fuerza, ¿verdad?
- Admitir que tiene razón.
- Negar su afirmación.
- Es cierto. La espada dicta la vida y la muerte
[cdb]de un mercenario.
- Si no eres mejor que tu siguiente rival,
[cdb]ese será tu último oponente.
- Supongo que eso es lo que yo creo,
[cdb]pero no sé si todos los mercenarios piensan lo mismo.
- Al fin y al cabo, buscar siempre al oponente
[cdb]más fuerte es una buena forma
[cdb]de acabar criando malvas.
- Como tú has dicho, más vale ser la persona
[cdb]más dura de matar que la primera
[cdb]en lanzarse al peligro.
- Sí, morir no tiene productividad.
Pero da sorpresa a mí que tú no evitas
[cdb]encargos de peligro.
- Reina debe luchar con todos lobos
[cdb]que vienen a su puerta, pero puede tener exigencia
[cdb]cuando selecciona sus peleas.
- Depende de la comida que consigas llevar a la mesa
[cdb]esa semana. La mayoría de mercenarios apenas
[cdb]podemos subsistir ganando lo justo.
- Solo son negocios. Algunos mercenarios se quedarán
[cdb]el pago y huirán, mientras que algunos patrones
[cdb]estarán encantados de ahorcarnos a todos.
- Supongo que no tenéis muchos soldados de fortuna
[cdb]en Brigid, ¿eh?
- Correcto. Nuestros soldados no requieren fortuna.
- En Brigid toda persona es un cazador, un pescador
[cdb]y un guerrero. No hay necesidad de contratar
[cdb]o tener contrato.
- Expresar tu admiración por ese estilo de vida.
- Dudar de lo que dice.
- Eso suena fantástico. En un lugar como ese,
[cdb]nadie tendría que arriesgar la vida
[cdb]para poder llevarse comida a la boca.
- Tus palabras dan gran felicidad a mí.
Yo siempre estaré llena de orgullo de Brigid.
- Así que supongo que hasta vuestros granjeros
[cdb]y carpinteros podrán acabar con veinte hombres
[cdb]de un solo tajo, ¿verdad?
- Tú tienes razón. Tú nunca enfades a una granjera
[cdb]de Brigid ni a su pala.
- Espera, ¿de verdad? ¿Puedes hacer eso con una pala?
A ver, me creo que una granjera fuerte sea capaz,
[cdb]pero... ¿Sabes qué? No importa.