Hola, Ingrid. Me alegra haberte encontrado.
¿Has oído hablar alguna vez
[cdb]de la compañía mercenaria de Tobias?
Qué pregunta tan rara. Tobias, ¿eh?
Ese nombre me suena de algo.
Mmm, pensaba que todo el mundo los conocía.
La capitana Berling habrá exagerado esa parte.
De todas formas, eran una compañía mercenaria
[cdb]a la que solía pertenecer mi capitana
[cdb]cuando era una niña.
Parece ser que su líder, Tobias, era tan leal
[cdb]a uno de los señores locales que era prácticamente
[cdb]un consejero honorario.
Qué raro. Pensaba que las interacciones
[cdb]de mercenarios con sus empleadores se quedaban
[cdb]en lo estrictamente profesional.
La mayoría sí, pero estos mercenarios no solo
[cdb]lucharon por su señor, también ayudaron
[cdb]a construir el castillo.
Llegaron incluso a cambiar sus espadas y arcos
[cdb]por azadas y horquetas, y labraron la tierra estéril
[cdb]para los granjeros de la región.
Y abrieron tiendas en la ciudad cuando el señor
[cdb]estaba pasando por un apuro financiero.
Parece que fueron mucho más allá de lo que se espera
[cdb]de muchos mercenarios. ¿A no ser que sea algo
[cdb]que hagáis todos?
Ah, para nada. Somos combatientes,
[cdb]nadie en su sano juicio nos pediría que lo dejáramos
[cdb]todo para ser granjeros o comerciantes.
Básicamente, tanto los mercenarios como el señor
[cdb]estaban haciendo las cosas de forma diferente
[cdb]a la normal.
Sí, por supuesto. Un puñado de soldados
[cdb]de fortuna plantando semillas y ocupándose
[cdb]de una tienda es algo bastante inusual.
Al final, el capitán trabó tanta amistad con el noble
[cdb]de la región que la gente empezó a llamarlo
[cdb]la mano derecha del señor.
Supongo que lo que quiero decir es que, no importa
[cdb]quién seas, mercenario, caballero o noble, no estás
[cdb]vinculado a un solo papel por el título que ostentas.
Hasta mercenarios curtidos en batalla pueden acabar
[cdb]trabajando el campo si es lo que pide el cliente.
Y si eso es posible, desde luego un noble
[cdb]puede hacer lo que quiera también.
Eso es cierto. Eso enlaza también
[cdb]con nuestra conversación anterior.
Gracias. Intentaré pensar en ello.
Ofrecerle tu apoyo.
Alentarla.
Bien. No será fácil encontrar la respuesta,
[cdb]pero estoy aquí para hablarlo si lo necesitas.
Bien, estoy deseando ver qué conclusiones sacas.
Y, pase lo que pase, me alegro de que te ayudara
[cdb]la historia de mi antigua capitana.
Todo este asunto de Tobias y sus mercenarios me pilló
[cdb]con la guardia baja la primera vez que la escuché.
En eso tienes razón, pero... Mmm, no puedo quitarme
[cdb]de la cabeza que el tal Tobias me resulta familiar.
¡Espera, ya me acuerdo! Creo que la noble
[cdb]de tu historia podría haber sido mi abuela.
¿De verdad? ¿La última jefa de la Casa Galatea?
Sí, no lo recuerdo muy bien porque todavía era
[cdb]muy joven, pero creo que tenía un amigo
[cdb]de nombre Tobias.
Aunque me cuesta creer que el anciano que conocí
[cdb]fuera en tiempos un fornido capitán mercenario.
Si de verdad es él, parece que mejoró su posición
[cdb]mucho más de lo que pensaba. A ver, un cualquiera
[cdb]no acaba codeándose con una familia noble.
¿Quién iba a pensar que esta vieja historia
[cdb]iba a estar relacionada contigo?