1. Oye, Caspar. ¿Qué haces con esa montaña de libros?
  2. Espera, no me digas que quieres usarlos para entrenar.
  3. ¿Qué clase de persona crees que soy? Son libros. Voy a leerlos.
  4. ¿Vas a leer libros? ¿Tú? ¿Has comido algo raro?
  5. Venga ya, no me subestimes. He finiquitado muchos libros, ¡a veces hasta leo [cdb]dos o tres chapítulos enteros en un día!
  6. Venga ya, hablas igual que Linhardt. He finiquitado muchos libros, ¡a veces hasta leo [cdb]dos o tres chapítulos enteros en un día!
  7. No uses la palabra «finiquitar» para hablar de libros. Me vas a dar un ataque.
  8. Y los libros se dividen en capítulos, [cdb]no en «chapítulos». Caspar, prométeme que no dañarás esos libros.
  9. No tienes nada de qué preocuparte, Dorothea. El otro día me di cuenta de algo.
  10. Una persona que está al cargo de varias tropas [cdb]no puede confiar solo en la fuerza.
  11. Sé que no lo parece por su aspecto, [cdb]pero a mi padre se le dan bien estas cosas.
  12. No me sorprende que el ministro de Guerra [cdb]del Imperio haya leído algún libro...
  13. Hablando del tema, a lo mejor ya has oído [cdb]esta historia, pero te la contaré de todos modos...
  14. Durante la guerra de los Leones y las Águilas, [cdb]había un general imperial llamado Francis [cdb]que se enorgullecía de su fuerza.
  15. Pero, aunque era fuerte, era un ignorante. Así que todo el mundo lo menospreciaba.
  16. Tengo la impresión de que esta historia [cdb]me va a hacer sentir como un idiota.
  17. No, atiende. El emperador de la época le ordenó [cdb]a Francis que estudiase y le dijo que, si no lo hacía, [cdb]no podría liderar a nadie en combate.
  18. Francis obedeció a su emperador y estudió [cdb]como si su vida dependiese de ello, adquiriendo [cdb]un talento especial para las tácticas y la estrategia.
  19. Como resultado, sus grandes acciones [cdb]en el campo de batalla le ayudaron a hacerse [cdb]con el puesto de ministro de Guerra.
  20. Así que debería tomar ejemplo de Francis, ¿verdad?
  21. Bueno, en cierto sentido, sí. Además, las alabanzas [cdb]del emperador fueron tan memorables [cdb]como para sobrevivir hasta la actualidad.
  22. «Tras cinco amaneceres y cinco atardeceres, [cdb]hasta el más simple de los soldados puede convertirse [cdb]en un comandante sin igual».
  23. Significa que, si estudia mucho durante cinco días, [cdb]hasta un soldado raso puede convertirse [cdb]en un gran general y comandar a todo un ejército.
  24. ¿Cinco días? ¡Eso es muy poco tiempo! Tardaría cinco días en leer un solo libro.
  25. Dame al menos hasta el final de la guerra...
  26. Pero, si llegamos a ese punto, [cdb]ya habrías perdido todas las oportunidades [cdb]de destacar en el campo de batalla, ¿verdad?
  27. Uf, tienes razón. ¡¿Qué puedo hacer, Dorothea?!
  28. Bueno, supongo que no me queda otro remedio [cdb]que ayudarte. ¿Quién sabe? A lo mejor hasta aprendo algo.
  29. ¡Eres la mejor! Gracias.