Claude. Soy consciente de que la nobleza de Leicester
[cdb]cooperará con las fuerzas imperiales en lo sucesivo...
Pero la Casa Gloucester siempre ha presumido
[cdb]de una relación cordial con el Imperio. Tampoco
[cdb]cambia nada la situación.
Eh, supongo que tienes razón. A fin de cuentas,
[cdb]tu padre lideró la facción favorable al Imperio.
Sí, hasta que tus pérfidos planes rompieron
[cdb]estos lazos.
¿Por qué vuelves a sacar ese tema?
Creo que ya me he disculpado por eso.
Solo digo la verdad. Si mis palabras te suenan
[cdb]a crítica, quizá el problema sea tu conciencia.
Lo que quiero decir es que mi casa ya tenía pensado
[cdb]tomar esta medida. Tus acciones son
[cdb]una mera imitación.
Ya te entiendo, aunque la lógica es un poco rebuscada.
Es evidente que la Casa Riegan no merece
[cdb]ocupar el trono de la Federación.
No, el pueblo sigue anhelando la vuelta
[cdb]de sus líderes legítimos: ¡la Casa Gloucester!
Estoy convencido de que es tu ego el que habla.
No creo que la gente comparta tu opinión.
No me malinterpretes. No me opongo
[cdb]a que seas rey. Al menos, ahora mismo.
Pero se te concedió el trono mediante una asamblea
[cdb]de la Mesa Redonda, no por tu linaje.
Así que no eres más que un monarca electo.
E interino, si se me permite añadir.
La Casa Riegan no detenta ese cargo por derecho
[cdb]natural, así que en un futuro no lo conservarás.
No, el siguiente al que nombrarán rey...
Seré yo, por supuesto, ¡Lorenz Hellman Gloucester!
Hay quien propone que suba al trono de inmediato
[cdb]si empiezas a llevarnos a la deriva.
Sí, está claro que has sacado el ego de paseo.
Aunque debo admitir que la idea de una monarquía
[cdb]no hereditaria suena interesante.
Sí, ¿eh? Mi capacidad para plantearme estos temas
[cdb]es la prueba de que sería un rey válido.
Pero me niego a volver a tomar una decisión así
[cdb]mediante la Mesa Redonda. Eso sería volver
[cdb]al funcionamiento de la Alianza.
¿Eh? ¿Entonces cómo se decidiría?
¿Por qué no dejar que elija la gente de Leicester?
Con el poder de decidir en sus manos, seguramente
[cdb]escogerían a quien consideren que los protegerá
[cdb]mejor. Suena bastante bien, ¿verdad?
Es una propuesta descabellada. ¿Hablas en serio?
Aunque... Mmm. Ese método daría una gran ventaja
[cdb]a la Casa Gloucester. Los plebeyos que viven
[cdb]en nuestro territorio confían ciegamente en nosotros.
Por una vez, creo que hablan los hechos y no tu ego.
Eres consciente de que sería Leicester entero
[cdb]quien elegiría, ¿verdad?
No hay inconveniente. Nuestro liderazgo justo
[cdb]se conoce en todos los parajes, montañas
[cdb]y barrancos de Fódlan... o eso creo.
Dejemos este asunto de momento.
No he venido a hablar contigo de eso.
Deberías saber que el cargo de rey en la Federación
[cdb]sigue siendo inestable a día de hoy. Actúa con cautela
[cdb]para evitar que todo lo que te rodea se derrumbe.
Cierto. Al contrario que el Imperio al sur
[cdb]y el Reino al oeste, la Diosa no tuvo a bien
[cdb]guiar los pasos de nuestra Federación.
El rey ocupa un trono frágil, y lo mantiene solamente
[cdb]gracias a sus apoyos. Tendré cuidado
[cdb]como me aconsejas.
Y... gracias, Lorenz. Creo que lograré
[cdb]seguir adelante con el ánimo intacto
[cdb]si puedo contar con tu ayuda.
No me entiendas mal. No soportaría ver
[cdb]cómo mi magnífica nación sucumbe
[cdb]inmersa en la desesperanza.
Claro, claro. Y yo espero que sigas acudiendo
[cdb]a mí para expresar todas tus quejas.
Cuento contigo, Lorenz.