- Así que quieres bloquearme el paso, ¿eh?
- ¿Me estás desafiando? Si es así, te lo advierto...
¡Nadie me gana a mantener la mirada!
- (...)
- ¡Empecemos!
- ¿Miau? Rarrr...
- ¡Un perdedor cortés que sabe aceptar su derrota!
- ¡Ja, ja, ja!
- Ejem.
- Dudo si preguntar, pero ¿qué estás haciendo?
- Bueno, si es Lorenz. ¿Espiándome o qué?
- Para tu información, un felino insolente me impedía
[cdb]el paso y lo reté a un duelo de miradas.
- No obstante, elegimos al ganador muy rápido.
¿Has presenciado mi victoria?
- ¿No fuiste en su día noble?
- Lo fui, sí... y aún lo llevo en la sangre.
- En el futuro seré la líder de la Casa Nuvelle
[cdb]y la maga más diestra del mundo.
- Supongo que tendré que cambiar mi percepción de ti.
- Siempre supe que tu belleza era deslumbrante
[cdb]y que tienes un don especial para la magia.
- Incluso llegué a verte como posible esposa,
[cdb]siempre que reconstruyeras tu casa.
- Pero te veo competir contra un gato doméstico...
Ah, mil perdones. Ignora mis palabras.
- La desfachatez de pensar en una mujer como pareja
[cdb]y descalificarla en la siguiente frase es asombrosa.
¡Asombrosa! Y me quedo corta.
- Eres un patán basto, vulgar e indecente.
Si alguna vez te planteaste que fuera tu esposa,
[cdb]niego por mi parte cualquier mínimo interés.
- Además, eres el heredero de la Casa Gloucester, ¿no?
- Además, eres el líder de la Casa Gloucester, ¿no?
- ¿Por qué iba a querer casarme con alguien de una casa
[cdb]de tan precaria posición?
- ¿Cómo te atreves? La magnífica Casa Gloucester
[cdb]será de todo menos «precaria».
- ¡Me atrevo y así lo he dicho! Y ni conozco
[cdb]vuestra posición aquí en Leicester...
- La Casa Nuvelle está cargada de tradición.
Su linaje se protege con celo y nunca se ha roto.
- Me cuesta creer que unirme a tu casa
[cdb]merezca ese desarraigo por mi parte.
- Bueno, ya está. Ante esas palabras no puedo callarme.
- Los Gloucester son legítimos descendientes
[cdb]de uno de los Diez Elegidos, herederos
[cdb]de una reliquia de los héroes.
- ¡Hace mucho que formamos parte de la Mesa Redonda
[cdb]de la Alianza! ¡Somos una de las casas más ilustres
[cdb]de todo Leicester!
- No valemos menos que la Casa Nuvelle...
a quienes, por cierto, el anterior emperador condenó
[cdb]a la desaparición.
- ¡Ja, ja, ja! Parece que nuestras afirmaciones
[cdb]nunca llegarán a coincidir.
- Entonces, supongo que solo nos queda competir
[cdb]para ver qué casa supera a la otra.
- Pero como nuestro anterior enfrentamiento
[cdb]de artes marciales concluyó sin un ganador claro,
[cdb]quizá deberíamos resolverlo de otra forma.
- Elige el campo de batalla que prefieras, Lorenz.
¡Voy a ser tu perdición en cualquier caso!