- ¡Capitán!
- Otra vez tú, Leonie. ¿Qué te pasa hoy?
- Te veo más fuerte que nunca, capitán Jeralt.
Esperaba que quisieras entrenar conmigo.
- La vista te está jugando una mala pasada. Soy viejo.
Nunca estaré a la altura de los jóvenes,
[cdb]sobre todo al ritmo que mejoráis.
- ¡No puedes decirlo en serio!
- No soy rival para ti.
- ¡Pero un halago así de mi héroe me anima
[cdb]aún más a centrarme en entrenar!
- ¿No eres un poco mayor para tener héroes?
- Quizá, pero soy feliz. He trabajado toda la vida
[cdb]para ser mercenaria como tú.
- ¿Y ahora tengo la oportunidad de luchar a tu lado?
¡A veces los sueños se cumplen!
- Me alegro. No es habitual que lo que soñamos
[cdb]de niños se haga realidad.
- Recuerdo que cuando eras pequeña estabas siempre
[cdb]correteando detrás de mí.
- Luego me mirabas y hacías todo tipo de preguntas,
[cdb]aunque estuviera demasiado ocupado para responder.
- Solo quería que me enseñaras sobre artes marciales
[cdb]y tácticas y... ese tipo de historias.
- Antes de que terminara la misión y te marcharas,
[cdb]quiero decir.
- No pudiste aprender mucho. Me quedé poco tiempo.
- Pero mírate, ahí estás, alta y fuerte.
Y todo es gracias a tu propio esfuerzo.
- Creciste sin la ayuda de este viejo capitán.
Me alegra que seas mi aprendiz.
- Gracias. Te prometo que te sentirás orgulloso de mí.
- ¡Y algún día te superaré!
¡Ese es mi nuevo sueño!
- Así se habla.
- ¡Y no solo te superaré a ti! ¡A tu [MFB:hijo_hija] también!
- No tenía ni idea de que fuera tan fuerte.
- Supongo que nunca salió el tema
[cdb]cuando estaba en Sauin.
- Hemos pasado por mucho.
- Me da envidia todo el tiempo que habéis estado
[cdb]viajando juntos.
- Supongo que tu formación es el motivo de esa fuerza.
- Eh, solo le enseñé lo básico de la vida de mercenario.
- Para manejar la espada y tener destreza táctica
[cdb]hace falta talento natural.
- Y eso significa que la gente normal como yo
[cdb]tiene que esforzarse cien veces más.
- No te minusvalores... Habría rechazado entrenarte
[cdb]si no tuvieras talento.