- Uy, cómo conoces mi punto débil. Gracias.
- ¿Para mí? No debiste haberte molestado.
- Supongo que así es como va a ir el día...
No importa. Comamos.
- Entonces, ¿no es una misión de reconocimiento?
Está bien, me apunto a lo que sea.
- En fin, no tengo nada mejor que hacer.
- Siento que aquí puedo bajar la guardia.
Es un buen cambio.
- Hay muchos bichos en el bosque.
Algunos son hasta venenosos.
- Este lugar ofrece una posición ventajosa...
Ah, perdón. Hábito de arquera.
- Deberíamos instruir a nuestras tropas en respirar
[cdb]bajo el agua. No hay mejor escondite.
- ¿Debería disparar? Nah.
- ¿Eso es una carta? Si no es para ti, no la leas.
- ¿Ahora? Vale. Tú guías, yo te sigo.
- ¿Quieres capturarlos o solo estás mirando?
- ¿Qué haces en el suelo? ¿Has visto algo?
- ¿De verdad vamos a hacer esto? Muy bien...
- ¿Pescar? Bueno, pero tendrás que enseñarme cómo.
- ¿Quieres nadar un poco? ¿Aquí?
Muy bien, pero no te pienses nada raro.
- Sí. Paz y tranquilidad.
- No creo que tengamos que hablar.
El silencio me parece bien.
- La batalla constante hace que estos momentos
[cdb]sean valiosos.
- Estaría muy bien que tú también vinieras de fuera
[cdb]de Fódlan. Por supuesto, no hay pruebas de eso.
- Cada vez hay más gente haciéndose un nombre
[cdb]en esta guerra. Y, cuanto más grande sea el nombre,
[cdb]más vale su cabeza.
- He vivido siete años en Fódlan.
No puedo creer que haya pasado tanto tiempo ya.
- Casi ganamos en la batalla entre Dagda y el Imperio,
[cdb]pero un hombre lo cambió todo.
- Es difícil. ¿Qué tal el momento en el que mis flechas
[cdb]impactan en su objetivo?
- No puedo con los insectos con muchas patas.
No, gracias. Hay que aplastarlos y a otra cosa.
- Me gustaría encontrar un lugar donde encajar.
¿Aquí? ¿Ahora? No estoy a gusto.
- ¿Qué hay de la gente que adora los dulces
[cdb]y que siempre insiste en compartir?
- Fódlan es un lugar extraño. Por supuesto,
[cdb]seguramente tú pensarías que Dagda también lo es.
- No recuerdo mucho.
Parece que fue hace toda una vida.
- Teniendo en cuenta que pocos han luchado
[cdb]para ganarse la vida, creo que se las están
[cdb]arreglando bastante bien.
- Supongo que no tengo que explicarte por qué el arco
[cdb]y la daga son mis armas predilectas.
- Eres bastante impasible. Me gusta eso de ti.
- Dado que eres más joven que yo, me tienta mimarte.
Pero solo me tienta.
- Me he vuelto más... blanda de lo que era
[cdb]cuando estaba con los Caballeros.
Supongo que me parece bien.
- No te preocupes por mí, ¿cómo estás tú?
Te veo a menudo con la mirada perdida,
[cdb]creo que tienes algún problema.
- Sé de una espía que se escondía dagas en el pelo.
- ¿Lo que me he hecho en el pelo?
Te lo puedes copiar, no me importa.
- Dagda y Fódlan no son tan distintas.
Tú y yo somos prueba de eso.
- ¿Y esa mirada? ¿Intentas ligar conmigo?
Muy bien, a ver qué tienes.
- Mmpf. Hoy no llevo ninguna arma oculta.
Dejémoslo en eso.
- ¿Quieres tirar unos dados?
Porque sí, ahí es donde los guardo.
- He disfrutado más de lo que pensaba.
Quizá puedas invitarme de nuevo.
- Contigo nunca hay momentos aburridos.
Repitamos esto.
- Siempre cumplo la misión, y soy rigurosa.