Eso me recuerda que una vez acabé tomando el té
[cdb]con un noble no hace mucho tiempo.
Oh, creo que estás hablando de Ferdie, ¿verdad?
Le encanta el té.
Oh, creo que estás hablando de Sylvain, ¿verdad?
Seguro que tenía algo que ver con una mujer.
Oh, creo que estás hablando de Lorenz, ¿verdad?
Le encanta el té.
Eh, no. Sucedió cuando trabajaba de guardaespaldas.
Los nobles que organizaron la fiesta me dieron
[cdb]una taza de té como agradecimiento.
Sucedió cuando trabajaba de guardaespaldas.
Los nobles que organizaron la fiesta me dieron
[cdb]una taza de té como agradecimiento.
Pero... no supe qué pensar acerca del té.
No sabría decir si estaba bueno o malo.
Lo comprendo. Esos ambientes tienden a quitarles
[cdb]el buen sabor a la comida y a la bebida,
[cdb]entre otras cosas.
Sí, no creo que esté hecho para esas exquisiteces.
Oye, ¿te acuerdas de cuando te pedí que cantaras
[cdb]para mí? Soltaste un verso de una de tus óperas.
Me recordó un poco a ese té. Es como si no tuviese
[cdb]los conocimientos necesarios para entender esas cosas.
Cuesta comprenderlas si no creciste rodeado de ellas.
Todo el mundo tiene derecho a disfrutar
[cdb]de esas maravillas. Ver una obra de tragedia,
[cdb]disfrutar degustando un plato refinado...
Nadie debería verse excluido de esos placeres
[cdb]solo por haber nacido en una familia plebeya.
Coincidir con sus ideales.
Plantear un contraargumento.
Estaría bien que las cosas fuesen así.
¿Eh? ¿Crees que son diferentes?
No estoy seguro de que las cosas sean así.
Por poner un ejemplo, durante mis años
[cdb]de mercenario me habría comido con gusto una rata
[cdb]medio cruda con tal de llevarme algo a la boca.
Mi paladar solo se ha vuelto algo más refinado
[cdb]desde que me uní a este ejército.
Lo que digo es que, si nunca tienes la
[cdb]oportunidad de comer buena comida,
[cdb]nunca entenderás cómo debe saber.
No es que sea algo malo, pero...
En ese caso...
¿Dorothea?
Oh, perdona. Me he quedado absorta.
Pero creo que tienes razón.
¿Puedo contarte algo?
Claro, ¿de qué se trata?
Cuando empecé a cantar, lo hice por placer,
[cdb]solo para mí. Pero poco después Manuela descubrió
[cdb]mi talento.
Así que me uní a la compañía operística.
Fue algo... increíble. Quería que todo el mundo
[cdb]me oyese cantar.
Pero cuando me convertí en una cantante,
[cdb]empecé a atraer cada vez más la atención
[cdb]de los nobles.
Cuando quise darme cuenta, ya no cantaba solo
[cdb]para mí. Cantaba para ellos.
Ahora ya solo pueden apreciar mis canciones
[cdb]quienes han nacido en cuna de oro.
Discrepar.
Intentar animarla.
No creo que eso sea cierto.
Todos pueden aprender a adorar ese canto,
[cdb]si quieren. El único motivo por el que no lo entendía
[cdb]es porque antes no tenía mucho interés por la ópera.
Puede que sea cierto, pero, como ya dije, eso no tiene
[cdb]por qué ser algo malo. Muchísima gente mataría
[cdb]por tener un talento como el tuyo.
Así que no menosprecies tu don.
Eres una cantante increíble, Dorothea.
Te lo agradezco, de verdad.
Pero sigo preguntándome si...