¿Por qué insistes en ocultarlo? Eso solo puede
[cdb]significar que tu emblema es...
¡Basta ya!
¿Qué pasa aquí?
¡Lysithea!
¿Qué estabas diciendo sobre los emblemas?
Los estudio a diario, así que me interesan muchísimo.
Espero que tengas pruebas que demuestren tu teoría.
Recurrir a tópicos sin fundamento solo traerá
[cdb]consecuencias que te aseguro que no quieres sufrir.
Aunque no lo parezca, soy general de este ejército.
Nada. La conversación estaba a punto de terminar.
Ahora, si me disculpáis...
Mmm, gracias, Lysithea.
No ha sido nada. He intervenido por voluntad propia.
(...)
Parece que guardas algún que otro secreto
[cdb]sobre emblemas.
Bueno...
No hace falta que digas nada. Todos tenemos temas
[cdb]que preferimos no sacar a la luz.
(...)
Aunque tu caso es bastante parecido al mío.
Quizá demasiado.
¿Qué?
Si alguna vez necesitas ayuda, no dudes en pedirla.
Las personas que guardamos secretos tenemos
[cdb]que apoyarnos entre nosotras.
(...)
Oye, no lo digo porque me des pena.
Pero es evidente que se trata de un secreto doloroso.
Y es posible que yo... haya sido demasiado dura
[cdb]contigo en otras ocasiones.
Qué va. No lo has sido en absoluto.
Solo siento envidia por lo fuerte y sensata
[cdb]que me pareces siempre.
Nunca me habría imaginado que guardaras
[cdb]un secreto igual que yo.
No te lo voy a contar, si es lo que pretendes.
Sí, ya lo suponía. ¿Aunque quizá tú querrías
[cdb]que te contara el mío algún día?
Siento que me transmites el valor para soltarlo
[cdb]de una vez por todas.
Me encantaría escucharte... y, si es posible,
[cdb]ayudarte a buscar una solución.
Sé bastante sobre emblemas. El ignorante
[cdb]con el que estabas hablando no me llega ni a la suela
[cdb]de los zapatos.
Gracias, Lysithea. Ya me siento
[cdb]con un poco más de valor.
Te estoy ofreciendo mi ayuda total e incondicional.
Espero que «un poco» se convierta en mucho.
Eh, ¡sí, quería decir mucho! ¡Sé que voy
[cdb]a tener mucho más valor!