- Arriba... ¡Uf!
- Hola, Hilda. ¿Qué haces?
- Estoy ordenando nuestro equipo. ¿A ti qué te parece?
- Sé lo que parece, pero no puede ser verdad.
Me refiero a verte trabajar. No es propio de ti.
- La persona que tendría que hacerlo está lesionada,
[cdb]así que accedí a echarle una mano.
- Pero si siempre consigues que los demás
[cdb]hagan tu trabajo.
- Para el carro. Tampoco es que le pida
[cdb]a todo el mundo que haga mi trabajo.
- Solo dejo que lo hagan si quieren hacerlo.
- Los detalles del proceso no importan,
[cdb]el resultado es el mismo.
- De todos modos, es admirable
[cdb]que cargues con la tarea de un camarada
[cdb]lesionado sin guardar rencores.
- Oh, y, para que quede claro, no he venido a ayudarte.
Me estoy tomando un merecido descanso.
Además, parece que le estás cogiendo el truco.
- Pero si aún no te he pedido ayuda.
- No en voz alta, pero tus ojos dicen lo contrario.
- De hecho, pensaba que, si tienes tiempo para hablar,
[cdb]tienes tiempo para echarme una mano, o dos.
- Pero ni siquiera yo soy tan retorcida
[cdb]como para pedirle ayuda a alguien mientras descansa.
- Me encanta que comprendas la importancia
[cdb]del descanso. Hay mucha gente con opiniones
[cdb]absurdas al respecto.
- «Oh, Linhardt, ¿te estás tomando un respiro?
Perfecto. Entonces puedes ayudarme
[cdb]con esta cosa horrible que estoy haciendo».
- No sé si de verdad comprenden el concepto
[cdb]del descanso. Parece que en todo momento
[cdb]buscan la oportunidad de aumentar su productividad.
- El descanso es para descansar.
- Ja, ja. No puedo estar más de acuerdo.
- Aunque la verdad es que parece que siempre estás
[cdb]tomándote un descanso.
Comprendo por qué te dicen esas cosas.
- Cierto. A veces hasta afirman que duermo demasiado,
[cdb]pero eso no tiene nada que ver con los descansos.
- Espera, ¿cómo que dormir no tiene nada que ver
[cdb]con los descansos?
- ¡Oh, qué desgracia tan grande!
Parece que no conseguiremos ponernos de acuerdo
[cdb]en este tema.
- Cómo te gusta exagerar.
- Eso me recuerda algo.
- Creo que esta mañana he visto al camarada lesionado
[cdb]responsable de este almacén transportando cosas
[cdb]en el depósito.
- Por supuesto. Dijo que quería ayudarme,
[cdb]así que dejé que se ocupase de ello.
- Entonces se hizo daño en la espalda
[cdb]y por eso ha dejado esta tarea en tus manos.
- Bien. Ahora ya sé por qué te has puesto a trabajar.
Dicho esto: buenas noches.
- Uf, a veces me pone de los nervios...
¡Parece que se cree mejor que yo!