- Creo que esto va... aquí.
- Hola, Hilda. Veo que vuelves a organizar el equipo.
- Ya no parece tan extraño verme trabajar, ¿eh?
- Por desgracia para mí, no.
- ¿Por qué? ¿Te entristece haber perdido
[cdb]a una camarada perezosa?
- Exacto.
- Espera, ¿de verdad?
- Sí, pero explicarlo en detalle me supondría
[cdb]un esfuerzo demasiado grande. Dejémoslo estar.
- Vale, ahora tengo aún más curiosidad.
- Conozco tu secreto, ¿lo sabías?
- Sé que trabajas y tomas el mando
[cdb]cuando no hay nadie más que lo haga.
¿Por qué sigues fingiendo que eres un holgazán?
- Creía que tú lo entenderías mejor que nadie, Hilda.
Después de todo, tú y yo trabajamos
[cdb]solo cuando es estrictamente necesario, ¿verdad?
- Incluso llegas a evaluar la situación de alguien
[cdb]antes de intentar que trabaje por ti.
- Ya te lo he dicho,
[cdb]no obligo a la gente a hacer mi trabajo.
- Tal vez engatuse un poco a la gente
[cdb]para que acabe ofreciéndome ayuda
[cdb]y acepto de inmediato, pero nunca pido nada.
- Aunque supongo que tienes razón,
[cdb]siempre empiezo por evaluar la situación.
- Te dije que no conseguiríamos ponernos de acuerdo...
- pero ya veo que estaba equivocado.
- Qué rápido cambias de opinión cuando te conviene.
- Es solo que me parece triste verte trabajando
[cdb]cuando antes solo hacías lo estrictamente necesario.
- Si has decidido encargarte del trabajo innecesario,
[cdb]eso hace que yo parezca el único haragán.
- ¿Y qué?
- Como tal, te ofreceré mi ayuda.
Démonos prisa y terminemos con esto
[cdb]para poder descansar pronto.
- Espera, ¿por qué?
- Ya te lo he dicho.
No me vendrá bien ser el único que no trabaja.
- Sigo sin entenderlo.
- Estoy agotado de tanto hablar.
¿Es preciso que me explique?
- Bueno, no voy a forzarte a explicarlo,
[cdb]pero me gustaría que lo hicieras.
- Muy bien, pero solo porque nos beneficia a ambos.
- Si repartimos el trabajo entre los dos,
[cdb]se volverá más fácil. Y si hago este trabajo fácil,
[cdb]podré evitar que me tilden de gandul.
- Si ambos trabajamos un poco más que antes,
[cdb]las cosas serán más fáciles para todos.
- Así que esforcémonos juntos, pero no mucho.
- Eh... Vale. Supongo que no es mala idea.
- Aunque siento que me estás engañando
[cdb]de algún modo. Esto no me gusta.
- Ya, ya. Terminemos con esto de una vez
[cdb]para que pueda volver a tomarme las cosas con calma.
Ya tengo sueñ...