- Mirad. El ejército del Reino ha venido a saludarnos.
- No es la bienvenida más agradable del mundo.
Desde aquí se ve que tienen ganas de sangre.
- No es la bienvenida más agradable del mundo.
Desde aquí se ve que tienen ganas de sangre.
- Deben de estar intentando hacernos retroceder
[cdb]para que no consigamos rodear el palacio real.
- Bien. Será más fácil luchar contra ellos en un lugar
[cdb]abierto que si se refugian tras las murallas.
- ¡Hora de demostrarles para qué sirven mis músculos!
¡Voy a lanzar por los aires a unos pocos!
- El propio Rey lidera a estos soldados, así que imagino
[cdb]que serán muy fuertes. ¡Qué ganas de machacarlos!
- No podremos poner en marcha nuestro plan
[cdb]a menos que ganemos esta batalla. Claude,
[cdb]ha llegado el momento.
- ¡De acuerdo! ¡Que todos se preparen!
- ¡Veamos si una derrota aplastante le deja
[cdb]las cosas claras a ese cabezota de Dimitri!
- (...)
- ¿Pasa algo, Jeralt? Nos vamos a perder lo mejor
[cdb]si no nos ponemos en marcha.
- ¿Pasa algo, Jeralt? Nos vamos a perder lo mejor
[cdb]si no nos ponemos en marcha.
- ¿Mmm? Ah, sí. Todavía no vamos a entrar
[cdb]en la capital, ¿verdad?
- No. El ejército del Reino viene en nuestra dirección,
[cdb]así que lucharemos contra ellos fuera de la ciudad.
- No. El ejército del Reino viene en nuestra dirección,
[cdb]así que lucharemos contra ellos fuera de la ciudad.
- Sí... Oye, crees que lady Rhea ya no está en Fhirdiad,
¿verdad?
- Eso creo. A ver, la Iglesia está funcionando
[cdb]desde una ciudad diferente.
- Eso creo. A ver, la Iglesia está funcionando
[cdb]desde una ciudad diferente.
- Nunca pensé que fueras un hombre de fe.
- Nunca pensé que fueras un hombre de fe.
- Ah, no. Qué va. Tengo una historia con lady Rhea...
Parte de un pasado que no deseo que vuelva.
- Pero no habrá problema si luchamos
[cdb]fuera de la ciudad. Vamos a salir a ganar de una vez.