Estoy bien, Gustave. Siento haberte preocupado.
¿Qué sabemos de la situación en el oeste?
De momento, resistimos ante la ofensiva del Imperio.
Las noticias de que su majestad ha llegado
[cdb]a la Dama de Plata animarán mucho a los soldados.
Por desgracia, lo mismo se puede decir del enemigo.
La Emperatriz me siguió hasta aquí y se reunirá
[cdb]con sus tropas en el frente.
Da igual lo motivado que esté el enemigo,
[cdb]no les va a resultar fácil tomar Arianrhod.
En ese caso, quizá deberíamos preocuparnos más
[cdb]por lady Rhea y los Caballeros de Seiros.
Ah, sí. El ejército del Reino se separó de ellos
[cdb]para luchar contra las fuerzas imperiales en el oeste.
No tengo noticias sobre ellos desde entonces.
¿Consiguieron llegar a Camulus sanos y salvos?
No, majestad... Se han detenido en la región norteña
[cdb]de las llanuras de Tailtean para prepararse
[cdb]para la próxima batalla.
¿Pretenden encontrarse con el ejército
[cdb]de la Federación allí?
Es probable que hayan pensado que, con el ejército
[cdb]del Reino incapaz de dejar el frente occidental,
[cdb]no serían capaces de aguantar un asedio en Camulus.
Han evaluado la situación de forma acertada.
El ejército del Reino no puede dedicar tropas
[cdb]suficientes para romper el asedio en este momento.
Aunque, si toman Camulus, la propia Fhirdiad
[cdb]bien podría caer ante las fuerzas de Leicester.
He ordenado a nuestros ciudadanos de la capital
[cdb]y los alrededores que evacúen el territorio de Gautier
[cdb]con el fin de prepararnos para dicha contingencia.
¿Pero de verdad Claude quiere destruir Faerghus?
Me cuesta creerlo.
Majestad, un mensaje del duque de Fraldarius.
Parece que el ejército imperial está emprendiendo
[cdb]acciones más agresivas.
Desearía que pusiérais al día a los comandantes
[cdb]sobre la situación de la guerra.
Entendido. Estaré allí enseguida.
Pero, majestad... ¿Y la Iglesia Central?
Gustave, haremos lo que haga falta
[cdb]para proteger a nuestra gente, cueste lo que cueste.
Si nos sometemos al Imperio y aceptamos a la Iglesia
Meridional, será el final de Faerghus.
Muchos de los nuestros morirán.
Sin embargo, la Federación nos ha enseñado
[cdb]una forma de evitar un destino tan terrible.
¿Entonces no hay otra alternativa?
Tenemos una deuda inmensa con la Iglesia Central,
[cdb]pero no podemos pagarla. Aceptaré de buena gana
[cdb]el castigo que merezca.
Si con eso consigo salvar la vida de un súbdito más,
[cdb]como rey de Faerghus, ningún sacrificio será excesivo.
Perdóname, Gustave.
Majestad... Si ese es el camino que habéis elegido,
[cdb]lo recorreré a vuestro lado hasta el final.