Ah, estás despierto. No te preocupes,
[cdb]solo han pasado unas horas.
¿Qué... ha pasado? Lo último que recuerdo
[cdb]es estar entrenando a unos nuevos reclutas...
Te alcanzó un ataque mágico descontrolado.
Un impacto bastante fuerte, además.
Sí, eso es. ¿Cómo he podido bajar la guardia
[cdb]tan a la ligera?
Seguramente sea producto del cansancio.
Normalmente sueles esquivar ese tipo de cosas
[cdb]sin problema.
Aunque todos estaban muy preocupados por ti.
Concretamente, Dedue y Felix no sabían qué hacer.
Lo único bueno es que te ha obligado a descansar
[cdb]un poco, aunque fueran solo algunas horas.
Me disculpo por causar este alboroto.
Ya estoy bien, te lo aseguro.
Ajá, claro que sí. Sé que te vas a lanzar de lleno
[cdb]al trabajo si te dejo, pero vamos a echar
[cdb]un vistazo alrededor primero.
Mmm, la sala está inmaculada.
¿Esto es cosa tuya?
¡Sí! Aunque hemos dejado lo que nos
[cdb]pareció que podría necesitar tu opinión.
Imaginé que podríamos ocuparnos al menos
[cdb]de las cosas pequeñas mientras estabas
[cdb]fuera de combate.
Ah, y todo el mundo, y quiero decir todos, piensan
[cdb]que deberías tomarte más descansos.
Desde luego, agradezco mucho el gesto,
[cdb]pero ¿cómo has tenido tiempo para esto,
[cdb]con tus otras obligaciones?
Fue fácil una vez que nos lo repartimos todo.
Felix, Dedue y yo organizamos la sesión
[cdb]de entrenamiento en tu lugar.
Después, Rodrigue y Sylvain se ocuparon del resto
[cdb]de tu papeleo, aunque quizá quieras echarle
[cdb]un vistazo luego.
Ingrid atendió a los caballos, mientras Ashe y Annette
[cdb]ayudaron a organizar tus libros.
Ah, Mercedes te preparó unos tentempiés deliciosos.
Te ayudarán a recuperar fuerzas en un periquete.
¿Qué más, qué más...? Ah, sí, también hemos enviado
[cdb]a unos cuantos soldados a vigilar las aldeas cercanas.
Increíble, no esperaba que hicierais todo esto.
Regañarlo por trabajar demasiado.
Fardar un poco.
Te dije que no lo hicieras todo por tu cuenta,
[cdb]pero sigues acaparando más y más tareas.
Eso no es cierto. He delegado bastante más en ti
[cdb]y en los demás últimamente. Además,
[cdb]esto es lo que quiero hacer.
Algo has cambiado, eso es verdad, pero lo que digo
[cdb]es que no es suficiente. ¿No confías en nosotros?
¿Y bien? Los Leones Azules somos bastante fiables
[cdb]cuando nos ponemos a ello, ¿eh?
Quizá puedas confiar en nosotros un poco más
[cdb]ahora que has visto lo que podemos hacer.
No es cuestión de confianza. Dependo
[cdb]en gran medida de cada persona de este ejército.
Entonces, ¿por qué no les contaste a todos
[cdb]cómo fuiste a enterrar a aquellos aldeanos?
Todos se sorprendieron cuando se lo mencioné.
Quieren escuchar estas cosas de ti, no de mí.
Sí, lo... Me disculpo.
Si de verdad lo sientes, no dejes que vuelva a ocurrir.
En cualquier caso, ve a descansar algo más. Y no digas
[cdb]que no estás cansado para seguir trabajando.
Veo que no puedo engañarte, aunque, en realidad,
[cdb]dudo que sea capaz de volver a dormir tras disfrutar
[cdb]de mi primera cabezada sin pesadillas en siglos.
En ese caso, ven a hacer tiempo conmigo.
Seguro que a esta hora la plaza de armas está vacía.