Mira quién se deja caer por la plaza de armas.
¿Qué ha pasado, Hubert?
Solo he venido a examinar el equipamiento.
Me han informado de su deplorable estado.
Además, mi presencia no debería sorprenderte.
Su majestad y yo entrenamos aquí a menudo.
Envidiar a Hubert.
Envidiar a lady Edelgard.
Dudar de él.
Jamás lo habría imaginado.
Debo decir que me da cierta envidia.
¿Deseas que le haga una petición a su majestad
[cdb]en tu nombre? Estoy seguro de que aceptará.
Olvídalo. Podría entrenar conmigo para hacerme
[cdb]un favor de vez en cuando, pero no seríamos
[cdb]compañeras de prácticas como vosotros dos.
Es cierto, estos entrenamientos se han convertido
[cdb]en una tradición para nosotros.
Jamás lo habría imaginado.
Debo decir que me da cierta envidia.
¿Deseas que le haga una petición a su majestad
[cdb]en tu nombre? Estoy seguro de que aceptará.
No me refería a eso. Ella es la que me da envidia.
Nunca puedo entrenar contigo.
¿Conmigo?
¿En serio? Creo que nunca os he visto por aquí.
Como es natural, elegimos con cuidado el momento
[cdb]para evitar las multitudes.
Si deseas organizar una sesión de entrenamiento
[cdb]conmigo o con su majestad, solo tienes que pedirlo.
Como mercenaria sin mecenazgo, te resultará
[cdb]ventajoso hacerte con el favor de lady Edelgard.
Pero nosotros también nos beneficiaríamos, claro está.
Tu nueva posición social sería un mensaje ideal
[cdb]para nuestro pueblo.
¿A qué te refieres?
Muchos plebeyos desean una vía de ascenso social,
[cdb]y tú serías el ejemplo de que dicha vía existe.
El vulgo jamás esperaría ver a la Emperatriz
[cdb]entrenando con una persona de dudosa procedencia.
Eso solo sucede en los cuentos de hadas.
Reírte del insulto.
Enfurruñarte.
¿De dudosa procedencia? Ja. Qué palabras tan duras.
Pero si así puedo ayudar a la gente de a pie,
[cdb]no me parece mal.
¿De dudosa procedencia?
Bueno... Supongo que tienes razón.
Aun así, me gusta la idea de usar esta situación
[cdb]para ayudar a la gente de a pie.
Por otra parte, tu presencia provocaría
[cdb]un gran revuelo entre la élite de nuestra sociedad.
Puede que hasta te traten con desdén.
Te verán como un símbolo, una ingrata plebeya
[cdb]con más privilegios de los que merece.
Uf. Pero Dorothea también es una plebeya.
¿Por qué no la tratan igual de mal?
Dorothea es una afamada cantante de ópera
[cdb]respetada por las altas esferas de la sociedad.
Tu situación es completamente diferente.
Está bien. No sé para qué me preocupo
[cdb]si no puedo hacer nada por evitarlo.
Exacto.
Las cosas podrían cambiar durante los próximos años,
[cdb]pero por ahora solo podemos aceptar la situación.
Así que, si se mima a las élites, los plebeyos
[cdb]acabarán oprimidos. Pero si se eleva la posición social
[cdb]de los plebeyos, las élites se revolucionarán.
Me alegro de no tener que gobernar el Imperio.
Menudo embrollo.