- Parece que no hay nadie... ¿Estás aquí, pequeñín?
- Miau.
- Oh, ¿me estabas esperando? Qué gatito tan bueno.
- Adivina quién te ha traído algo de pescado.
Tranquilo, no hace falta que lo engullas tan rápido.
- ¡Miau!
- ¿Quieres más? Vale, quédate aquí mientras...
- ¿Edelgard? Fascinante. Jamás habría pensado
[cdb]que te encontraría en un lugar como este.
- ¡Linhardt! Yo, eh... Qué sorpresa. ¿Qué haces aquí?
- Me estaba echando una siesta ahí. Ese es el precio
[cdb]de trasnochar tanto, aunque lo pago con gusto.
- Ahí... ¿Te refieres a justo ahí? ¿Al lado?
Eso significa que viste...
- ¡Miau!
- Vaya, vaya. Un gato. ¿Vive aquí?
- ¿Por qué debería saberlo?
Nunca antes había visto a este felino.
- ¿En serio?
Pues parece estar acostumbrado a tu presencia.
- Sí, bueno... Oh, ¡suéltalo ya! Si tienes algo que decir,
[cdb]dilo y deja de andarte con rodeos.
- No, no. Si a mí también me gustan los gatos,
[cdb]especialmente los que viven con personas.
- ¿Te gustan los gatos? ¿De verdad?
Jamás me lo habría imaginado.
- ¿Por qué no? Me parecen fascinantes.
- La forma que tienen de atraer a la gente
[cdb]con su actitud encantadora para que satisfagan
[cdb]todas sus necesidades es digna de admiración.
- Linhardt, la gente no solo cuida de los gatos
[cdb]porque sean encantadores.
- Los gatos acaban con roedores y otras alimañas.
Son buenas mascotas que proporcionan
[cdb]una gran compañía a sus dueños.
- Según lo veo yo, las personas y los gatos mantienen
[cdb]una buena relación porque se ayudan mutuamente.
- Bueno, me pregunto cuál será la opinión de los gatos.
Porque me parece que solo hacen lo que les place
[cdb]y no les importa nadie más.
- Esa sí que es una vida afortunada: actúa de la forma
[cdb]más egoísta que quieras y haz que la gente
[cdb]se deshaga en elogios y atenciones hacia ti.
- Por no mencionar que nunca se quedarán sin comida.
- Lo que demuestra lo mucho que la gente los valora.
¿Qué importa si actúan de forma egoísta?
- Para ser sincera, me sorprende que tengas
[cdb]una opinión acerca de los gatos.
- ¿Has tenido alguno de mascota?
Porque, si es así, me vendría bien algún consejo.
- ¿En serio? ¿De verdad te parezco el tipo de persona
[cdb]que aceptaría una responsabilidad como esa?
- En absoluto, de ahí mi sorpresa.
- Ah, espera. Ya lo entiendo.
Ya sé por qué me estabas buscando las cosquillas.
- Te estás planteando quedarte con este gato.
- Pero la insinuación de que tanto los gatos como yo
[cdb]queremos vivir la vida sin dificultades
[cdb]te ha arruinado la idea.
- ¿Qué? Bueno... sí. Es cierto, me has calado.
- Linhardt, mira, si aspiras a ser una mascota,
[cdb]eso es cosa tuya.
- Sin embargo, si esperas que la gente se desviva por ti,
[cdb]lo menos que puedes hacer es esforzarte
[cdb]para conseguirlo.
- Tu problema es que siempre...
- Por favor, majestad, no hagamos esto ahora.
Mira, el gatito quiere unos achuchones.
- ¿Miau?