¿Cuánto tiempo vas a seguir con la mirada perdida
[cdb]como un idiota? Deberías comer.
Tienes razón. Mis disculpas.
A ver si adivino, tienes dudas sobre cómo hacer
[cdb]mejor uso de las fuerzas de la Iglesia o quizá solo
[cdb]te inquieta cómo sobrevivirán las nuestras al invierno.
Bueno, pues déjalo ya. Un buen líder sabe
[cdb]cuándo dejar que sus vasallos se preocupen
[cdb]en su lugar.
¿Por eso dejaste a tu tío al mando
[cdb]de la Casa Fraldarius?
Sí, aunque he vuelto a la región cuando ha surgido
[cdb]cualquier problema con su gobierno.
¿Y tu madre? ¿Goza de buena salud?
Imagino que le resultará difícil lidiar
[cdb]con las riñas familiares ella sola.
Ah, ella está bien... Se le dan bien esas cosas.
Creo que hasta le gustan.
Supongo que, por ahora, se siente mejor cuando
[cdb]tiene algo de qué ocuparse. Aunque convendría
[cdb]que mostrases algo más de interés por ella.
Te sugiero que te centres en tus propios asuntos
[cdb]por una vez, en vez de preocuparte por los del resto.
No creo que sea posible. Ah, pero eso me recuerda
[cdb]que los caballeros querían organizar
[cdb]un entrenamiento conjunto.
Arg, olvídalo. Nunca cambiarás.
Te diría que dejes de darle tantas vueltas,
[cdb]pero sería una pérdida de tiempo.
No puedo permitirme perder esta guerra, Felix.
Debo proteger al Reino, así como vengar a los caídos.
Cada día nos acercamos más a aquellos
[cdb]que en realidad mueven los hilos.
Ya he castigado a todo el que supiera el plan
[cdb]y no hizo nada, además de a unos cuantos cómplices
[cdb]de rango medio...
Pero no es suficiente. Todavía hay quien debe pagar
[cdb]por este crimen con su vida.
Eres como un libro de un solo capítulo
[cdb]y sin conclusión.
¿Qué harás cuando consigas vengarte?
No lo sé, pero si puedo aplacar su dolor,
[cdb]y su odio, será suficiente.
Ugh.
¿Me odias, Felix?
Después de todo, vi morir a Glenn.
Lo vi y no pude hacer nada...
Su final pesa sobre mis hombros.
Y también a Rodrigue. Si tan solo hubiera acabado
[cdb]antes con el Azote Sombrío, aún seguiría
[cdb]con nosotros.
Ya basta. No te odio, ¿vale?
Nada de eso fue culpa tuya.
No murieron a tus manos. Tomaron sus decisiones
[cdb]por voluntad propia. No seas tan presuntuoso.
Pero seguro que no querían morir y, aun así,
[cdb]lo hicieron para protegerme.
A mí. No merezco tal sacrificio.
Te dije que dejaras de darle vuelta y comieras.
Se te va a pudrir la comida si esperas más.