No he podido preparar ningún plato especial,
[cdb]pero como vamos a organizarlo en nuestro tiempo
[cdb]libre, quien venga tendrá que conformarse con esto.
Exacto. La calidad de la comida no es lo importante
[cdb]en una fiesta como esta... queremos celebrar juntos
[cdb]nuestra reciente victoria.
¡Lo vuestro en el campo de batalla fue un auténtico
[cdb]espectáculo, señor! No hay nadie en todo Fódlan
[cdb]capaz de igualaros.
Coincido por completo. Sería un gran honor
[cdb]tener un ápice de vuestra habilidad algún día.
Amigos, este triunfo no es solo mío.
La victoria nos pertenece a todos.
(...)
Holst es increíble. A pesar de lo que dice,
[cdb]ganó la última batalla prácticamente solo,
[cdb]así que vuelve a ser el hombre del momento.
Es honesto, trabajador y talentoso.
Lo contrario a mí en todos los sentidos.
¡Ahora vamos a empezar! Hoy festejamos en honor
[cdb]a una persona clave para nuestra victoria...
Mi hermana, ¡Hilda Valentine Goneril!
¿Eh?
Señora, os doy las gracias en nombre de mis soldados.
No estaríamos aquí hoy si no fuera por vuestra
[cdb]rapidez de razonamiento y vuestra destreza.
No tengo palabras para expresar
[cdb]lo que vuestro hermano y vos habéis hecho
[cdb]por nosotros. ¡Hurra!
A ver, ¿qué pasa aquí? Pensaba que tú eras el invitado
[cdb]de honor en esta pequeña celebración, Holst.
¿Qué quieres decir? Esta fiesta es para celebrar
[cdb]tu actuación en nuestra última batalla.
¡Pero si yo no he hecho nada! Solo corrí al frente,
[cdb]destrocé a un par de tipos y me retiré.
Y en ese momento viste a un enemigo
[cdb]en plena persecución y lo dejaste fuera de combate.
¿Sabías que esa persona era uno de sus comandantes?
Cuando acabaste con él, su ejército se vino abajo.
Después, atacamos con más intensidad
[cdb]y conseguimos una rápida victoria.
¿En serio? No me pareció para tanto.
Es decir, el tipo se desplomó con un solo golpe.
No sería tan fuerte entonces.
¡Ja, ja, ja! Es como si todavía no supieras
[cdb]la fuerza que tienes.
Más allá de vuestro hermano, no hay nadie
[cdb]en la Casa Goneril que esté a vuestra altura, señora.
¡Tiene razón! Todos confiamos en vos
[cdb]y lo seguiremos haciendo en un futuro.
No voy a mentirte... ha sido genial recibir halagos
[cdb]de todo el mundo. Pero sigo preguntándome
[cdb]por qué organizaste una fiesta para mí.
Con una palmadita en la espalda y el reconocimiento
[cdb]de mi esfuerzo por tu parte me habría bastado.
Siempre me pones en un pedestal, Hilda,
[cdb]pero nunca valoras los cumplidos que recibes.
Quiero que te sientas más orgullosa de ti misma.
Que tu nivel de orgullo iguale al de tu fuerza.
¡Y quiero que todo el mundo sepa que eres genial!
Por eso organizamos la fiesta. Una pena que fuera
[cdb]tan pequeña. ¡La próxima vez daremos un banquete!
¿Y quién va a organizarlo si yo me he encargado
[cdb]prácticamente de todos los preparativos esta vez?
Bueno, si consigo todos los ingredientes,
[cdb]te prepararé mi plato estrella.
¿No cocinabas tu especialidad
[cdb]con cualquier cosa que encontrabas...?