Hace dos años, jamás habría imaginado
[cdb]que libraríamos una guerra como esta.
Hace dos años, jamás habría imaginado
[cdb]que libraríamos una guerra como esta.
En eso te doy la razón, pero ahora
[cdb]que lo estamos haciendo, te encuentras
[cdb]en una situación bastante favorable, ¿no?
¿A qué te refieres?
¿A qué te refieres?
Cuando estalla la guerra, aparecen mercenarios
[cdb]hasta debajo de las piedras.
Esos socios tuyos deberían ser lo bastante fuertes
[cdb]como para derrotar... a quien ya sabes.
Estar de acuerdo.
Increpar a Arval.
¿Los Mercenarios de Jeralt? Sí, toda la razón.
¿Los Mercenarios de Jeralt? Sí, toda la razón.
No son solo «socios». No tenían por qué confiar
[cdb]en un mercenario vagabundo como yo.
Pero lo hicieron, y eso los convierte en mis amigos.
No son solo «socios». No tenían por qué confiar
[cdb]en una mercenaria vagabunda como yo.
Pero lo hicieron, y eso los convierte en mis amigos.
Aun así, probablemente tengas razón.
Esta será una gran oportunidad
[cdb]para hacer salir a la luz a los Mercenarios de Jeralt.
Aun así, probablemente tengas razón.
Esta será una gran oportunidad
[cdb]para hacer salir a la luz a los Mercenarios de Jeralt.
¡Así podrás darles su merecido o morir en el intento!
La última parte de la frase sobraba, ¿eh?
La última parte de la frase sobraba, ¿eh?
¡Relájate! Sabes que estoy de tu parte.
Nuestros destinos están entrelazados para siempre.
En ese caso, hay que asumir que Cornelia
[cdb]se ha ocultado en algún lugar
[cdb]de las regiones occidentales.
Si tuviera que conjeturar, diría que el vizconde
[cdb]de Mateus o el de Gideon la han acogido.
En cualquier caso, no podemos ir derrocando
[cdb]a todo vasallo de cuya lealtad sospechemos.
Cierto. No es un asunto sencillo, pero al menos
[cdb]comprendemos mejor la situación ahora
[cdb]que hace dos años.
Dedue, envía un mensaje a la Casa Pryderi.
Necesitamos soldados en su territorio
[cdb]si esperamos mantener a raya al enemigo.
Sí, majestad.
El hijo del vizconde de Mateus está aquí con nosotros,
[cdb]mientras que la hija del vizconde de Gideon está fuera
[cdb]sirviendo como caballero en Galatea.
En estas circunstancias, no disponemos de muchos
[cdb]soldados para ocuparnos de asuntos domésticos.
Habrá que recurrir a los medios que sean necesarios.
En cuyo caso, cargaré con el peso de los pecados
[cdb]del Reino. Si masacrar a cientos de enemigos
[cdb]supone salvar a miles de los nuestros, así lo haré.
Como desees, majestad. Y, si me permites...,
[cdb]intenta no atormentarte demasiado.
Ah, qué bajo ha caído nuestro orgulloso rey.
No te imaginaba tan despiadado.
¿Qué quieres, Felix?
Ah, no mucho. Solo pensé que echar un vistazo
[cdb]a tu demacrado rostro me animaría un poco.
Sabía que interpretar el papel del líder sereno sería
[cdb]demasiado para ti.
Pero todas esas intrigas, tanto cálculo...
No parece propio de ti. ¿Por qué no lo dejas?
Me tienes en alta estima. Demasiada.
Esto es lo que soy, Felix. Nunca he sido nada más
[cdb]que un demonio sanguinario con sed de venganza.
(...)
Hoy sigo en pie para llevar la carga de aquellos
[cdb]que perecieron ante mí, para hacer que caiga el peso
[cdb]de la justicia sobre los culpables de sus muertes.
Expondré a quien deba y mataré a quien deba
[cdb]para llevarlo a cabo. No hay lugar para la piedad
[cdb]entre estos muros.
Y si eso afecta a la seguridad de mi pueblo,
[cdb]razón de más para atacar ahora.
Y yo que pensaba que habías empezado
[cdb]a recobrar la compostura.
Acabé con la vida de mi tío con mis propias manos.
Como rey y como general, he tomado
[cdb]incontables vidas.
Me limité a observar mientras casi todos
[cdb]mis seres queridos perecían. Soy yo quien
[cdb]debe hacerse responsable de sus muertes.
Así que tranquilo, Felix. El peso de mi expiación
[cdb]no caerá sobre tus hombros.
Mmpf. No tiene sentido intentar razonar
[cdb]con un cernícalo.
Pero dejemos el tema. La ciudad parece
[cdb]especialmente animada hoy. ¿Ocurre algo?
Ah, sí. Lady Rhea y otros miembros de la Iglesia
[cdb]están de visita en la capital.
Te sugiero que te unas a la celebración antes de irte.
Ver a nuestro pueblo sonreír es bueno para el alma.